La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso en 2015 un récord en sanciones: 549 millones de euros, el equivalente –por poner un ejemplo- a los ingresos del Real Madrid el año pasado. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso en 2015 un récord en sanciones: 549 millones de euros, el equivalente –por poner un ejemplo- a los ingresos del Real Madrid el año pasado.
El gran regulador de los mercados enarbola la cifra como un éxito, aunque ese récord denota que no está consiguiendo de facto preservar la competencia, a juzgar por el número de infracciones que se cometen contra ella. Ningún sector queda al margen: energéticas, gestoras de residuos, televisiones, telecos, colegios de abogados… La sanción económica no es una solución para todo.
La gestión de la CNMC ha levantado muchas críticas entre las empresas, que acusan al superregulador de comportarse demasiadas veces como un organismo de defensa del consumidor en lugar de lo que es, un árbitro de las relaciones entre las compañías. El organismo debe velar por la salud y fortaleza del mercado, la sana competencia entre sus agentes y el cumplimiento de las normas, siempre de forma no discriminatoria. Para defender al usuario ya existen en el mercado muchas otras instancias, sostienen.
Fruto de ese error de planteamiento, y también de la falta de especialización que ha traído aparejada el haber ‘amalgamado’ cuatro reguladores sectoriales en uno solo, la actual sala de Competencia está dividida y sus decisiones, y posteriores sentencias, están saliendo adelante con mayorías pírricas y consejeros en contra. Lo cual explicaría, por cierto, por qué instancias superiores como la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, a donde las compañías acuden con sus recursos cuando no están de acuerdo con el regulador, acaben tumbando cuatro de cada cinco resoluciones de la CNMC.
Tal y como han puesto hoy de manifiesto los responsables del organismo, el balance del año en curso podría no diferir mucho del de 2015, sobre todo teniendo en cuenta que tendrá que tratar asuntos tan complejos como las concentraciones en el mercado de la alimentación, las operaciones en los mercados energéticos que se derivarán de la caída de los precios del crudo, o el espinoso asunto de los derechos de retransmisión del fútbol.
El tema puede que se caldee todavía más en los próximos meses porque la CNMC no descarta imponer “multas personales” ni “imputar a directivos de empresas responsables de estas prácticas”.
