El embajador cubano vuelve a pedir inversiones a las renovables españolas

Energía

El embajador cubano vuelve a pedir inversiones a las renovables españolas

Eugenio Martínez Enríquez, embajador de Cuba en España

José María Viñals ha destacado la seguridad jurídica de Cuba y la posibilidad que ofrece de repatriar capitales, comparándola favorablemente con, por ejemplo, Venezuela El embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez Enríquez, ha realizado hoy un nuevo llamamiento a las empresas españolas a invertir en la Isla. En concreto, en un acto organizado por el bufete de abogados Lupicinio International Law Firm, se cifraron las necesidades de inversión exterior en unos 2.500 millones de dólares anuales.

Así, Martínez Enríquez quiso destacar el papel especial reservado para las empresas de energías renovables, debido a que, en la actualidad, estas fuentes únicamente producen un 4% del ‘mix energético’ de la Isla y el objetivo es llegar al 30% en 2030. Además el precio actual del Kw/hora es de unos 22 centavos y Cuba necesita rebajarlo para ser competitiva.

Pero, señaló el diplomático, oportunidades también para empresas del sector agroalimentario ya que Cuba cuenta con hasta 900.000 hectáreas «ociosas» en las que las inversiones serían muy «bienvenidas». Igualmente, sectores como el de rehabilitación del medio ambiente, el embotellado y etiquetado de productos como cigarros o ron, servicios informáticos, biomedicina o las infraestructuras, especialmente todas las relacionadas con el trasporte y el sector turístico, fueron destacados a lo largo del evento.

Asimismo, pese a que Martínez Enríquez solicitó paciencia a los empresarios españoles en sus perspectivas de negocio; quiso realizar un gesto hacia las empresas españolas. De esta forma, destacó que, a la hora de priorizar inversiones, las empresas que llevan muchos años en la Isla y aquellos sectores que apostaron por su economía en los momentos más difíciles, tendrán una consideración especial.

Por su parte, José María Viñals, socio y director de operaciones internacionales, del bufete de abogados Lupicinio International Law Firm, tras ofrecer un amplio panorama de las modalidades de inversión que ofrece la isla, ha destacado la seguridad jurídica con la que cuenta el país caribeño.

Especialmente en lo relativo a materia de expropiaciones, ya que, pese a tratarse de un país comunista, Cuba tiene firmado con España, al igual que con otros 35 países, un acuerdo de protección recíproca de inversiones e incluso ofrece la posibilidad de recurrir a arbitrajes internacionales. Además, como signataria de la Convención de Nueva York, reconoce laudos extranjeros y los aplica.

El socio y director de operaciones internacionales de Lupicinio International Law también destacó que la nueva ley cubana permite repatriar dividendos sin límites. Una situación que definió como comparativamente mejor que la de por ejemplo, Venezuela.

Viñals igualmente mencionó las particularidades del sistema económico de la Isla, que ser planificado requiere que las previsiones de negocio de las empresas, como sus ingresos o sus gatos, estén hechas con enorme precisión ya que, de lo contrario, podrían ser motivo de rescisión. De esta forma, recomendó que «no se realicen de forma optimista, ni pesimista; sino que sean previsiones neutras». Pero que, en el caso de errar es mejor que sean algo más pesimistas.

Estas declaraciones se han producido en el marco de una jornada organizada por Lupicinio International Law Firm que ha contado con una significativa afluencia de empresarios españoles interesados en la nueva coyuntura internacional por la que atraviesa la Isla. En ella, también participaron en el evento el director del Club de Exportadores, Balbino Prieto, y el director internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet.

Prieto destacó el gran avance que supone para las empresas españolas poder disponer del seguro que ofrece CESCE, ya que en adelante, podrán hacer operaciones de financiación a mediano y largo plazo. Mientras que Bonet destacó el fondo de contravalor que acaban de acordar los Gobiernos español y cubano para intercambiar deuda por inversiones ya que, a su juicio, supone una enorme oportunidad para las empresa españolas.

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