El rarísimo caso del misil Madrid-La Habana

Desde el Malecón con...

El rarísimo caso del misil Madrid-La Habana

En el caso, que no deja de provocar risas como en una buena comedia de equívocos, han aparecido los norcoreanos. Una historia digna de un filme del agente 007. Por los medios internacionales, dando vueltas a toda velocidad crucero, la historia de ese sofisticado cohete norteamericano aire-tierra que desde unos ejercicios militares de la OTAN en territorio español resultó llegar a Cuba el pasado año en un vuelo de Air France para deleite de los militares cubanos que, presuntamente también, no tardaron en dar cuenta a sus amigos chinos, rusos y a nada menos que a los coreanos descendientes del Kim Il Sun.

Pese a un largo reclamo de la prensa local en sus congresos nacionales, las autoridades no acaban de acceder a que cada ministerio tenga un vocero o portavoz donde uno pueda tocar una puerta verde oliva y preguntar qué se sabe de ese cohetico.

En el caso, que no deja de provocar risas como en una buena comedia de equívocos, han aparecido los norcoreanos, que no hubieran reparado en una de sus barbaridades, para hacerse de tan adelantada tecnología. Miren ustedes lo de esa bomba de hidrógeno que hicieron estallar recientemente.

El último episodio en que se vieron envueltos fue el famoso incidente del buque Chong Chon Gong a mediados del 2013 cuando la inteligencia panameña (me juego cualquier cosa que fue un “pitazo” de los gringos) descubrieron que los asiáticos ocultaban armamento convencional bajo la blanca azúcar adquirida en la isla al pretender cruzar el canal.

Entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano emitió una nota en la que explicaba el contenido de la carga, que iba hacia Pyonyang para ser reparada. En realidad, aquel acontecimiento fue sepultado con el transcurso del tiempo y los medios internacionales centraron su atención en otros asuntos.

Cuba debió sacar sus respectivas lecciones para con los norcoreanos y resulta muy difícil admitir volver a chocar con la misma piedra.

Fuentes periodísticas aseguran que Washington le reclama a Cuba desde el año pasado la devolución del rocket “Hellfire”, muy efectivo en drones que combaten el terrorismo. Lockheed Martin, su fabricante dijo en su momento que “seguramente” estaba en Cuba.

Ante la política asumida por el presidente Raúl Castro con respecto a las relaciones con EEUU, resulta poco probable que de poseer el artefacto no lo haya devuelto a sus propietarios. Obviamente, después de una sesión digamos que de fotos porque si de devolver se trata ya han ido hacia la gran potencia algún que otro personaje reclamado por las autoridades de ese país.

No creo sea el momento de entablar un contencioso más con EEUU toda vez que sobre la mesa de negociaciones están el embargo o bloqueo, la devolución de la base naval de Guantánamo y el espinoso tema de las indemnizaciones por las propiedades gringas confiscadas por la revolución.

Además del cohete, en esta historia hay un gato encerrado y no ese cerdo que nació enel oriente de la isla con cabeza de mono.

Es que se leen cada cosas tan extrañas y raras…

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