El texto del socialista Bernd Lange para acordar la postura de los eurodiputados sale adelante por 436 votos a favor y 241 en contra El Tratado Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre Europa y Estados Unidos supera un escollo más. El Parlamento Europeo ha dado luz verde al texto del socialista Bernd Lange, que representará la opinión del legislativo europeo ante el TTIP. La votación, aplazada el pasado 10 de junio debido al gran número de enmiendas presentado por los grupos, ha dado el sí a un texto no vinculante por 436 votos a favor, 241 en contra y 32 abstenciones.
Mayoría neoliberal apoya #TTIP Eso es: más desempleo/privatización y menos derechos/libertades. Lucha #OXITTIP sigue pic.twitter.com/zJjymYAGjB
— Tom Kucharz (@tomkucharz) julio 8, 2015
La votación en la Eurocámara ha sido cuanto menos acalorada. Los grupos que pedían el ‘no’ para el texto, y en especial al polémico mecanismo de arbitraje entre inversor y Estado (ISDS, por sus siglas en inglés), han denunciado que el presidente del Parlamento, Martinz Schulz, ha impedido la votación de una de las enmiendas sin potestad para ello y ha alterado el orden de las enmiendas.
Estoy INDIGNADO x el compartamiento d Schulz. Antidemocrático, carece d legitimidad xa presidir Parlamento Europeo. No me representa. #TTIP
— Florent Marcellesi (@fmarcellesi) julio 8, 2015
Mientras tanto, conservadores y la mayoría de los socialistas europeos celebran el sí al TTIP. Pero queda por saber cuántos de los integrantes del grupo de los socialdemócratas europeos han seguido la corriente mayoritaria. Algunos eurodiputados socialistas belgas, alemanes, franceses e italianos venían mostrando su disconformidad con algunos de los puntos del texto, y la última votación sobre el TTIP dejaba al menos 34 votos rebeldes en la bancada.
El actual texto pide “un nuevo sistema” para regular los controvertidos tribunales de arbitraje, una indefinición que para la izquierda y los verdes europeos equivale dejar la puerta abierta a que las empresas puedan seguir litigando contra los Estados por atentar contra sus beneficios esperados ante organismos al margen de los tribunales ordinarios de cada país.
