El escándalo de las tarjetas acorrala a Rato y Blesa dos años después del rescate de Bankia

Especial XXIII Aniversario

El escándalo de las tarjetas acorrala a Rato y Blesa dos años después del rescate de Bankia

Sucursal de Caja Madrid

El escándalo de las ‘tarjetas b’ amenaza con convertirse en el jaque mate de la justicia sobre los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato. El escándalo de las ‘tarjetas b’ amenaza con convertirse en el jaque mate de la justicia sobre los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato. A pesar de que los 15,5 millones de euros gastados por los antiguos consejeros y directivos palidecen frente a los más de 22.000 millones del rescate de Bankia -el banco heredero de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas menores- suponen un punto de partida concreto para exigir dos años y medio después responsabilidades por la gestión de la entidad.

Así lo expresó la líder de UPyD, Rosa Díez, que poco después de conocer la investigación señaló que con las cajas de ahorro pasará como con Al Capone, que una “pequeña defraudación” permitirá conocer una “gran operación”. La formación magenta se encuentra personada en el ‘caso Bankia’ tras la querella presentada hace poco más de dos años, si bien en puridad el ‘mérito’ de que el escándalo de las tarjetas saliese a la luz fue del Partido X, tras la filtración a diversos medios de comunicación de los correos corporativos de Blesa, en los que se mencionaban estas prácticas.

Según reconoció el actual consejero delegado de Bankia, José Sevilla, fue gracias a la publicación de estos e-mails que el banco conoció el uso de las tarjetas opacas durante la etapa anterior e inició la pertinente investigación junto a los responsables del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que acabó finalmente en manos de la Fiscalía Anticorrupción.

Casualidad o no, este escándalo se destapó apenas un día después de que el anterior ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, abandonase el cargo. En concreto, el fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, judicializó el asunto el 24 de septiembre (el día después de la dimisión del ministro) al trasladar a la Audiencia Nacional las diligencias que había abierto a comienzos de mes por posibles delito societario de administración desleal y de apropiación indebida.

El ya exministro, fue sustituido por Rafael Catalá el 29 de septiembre, fue uno de los principales apoyos de la continuidad de Blesa en la presidencia de Caja Madrid cuando era alcalde de Madrid, respaldo que le valió un enfrentamiento con la entonces presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. La ‘lideresa’ respaldaba la candidatura de Ignacio González, aunque finalmente fue Rodrigo Rato el que sucedió a Blesa en la caja.

No es la primera vez que se vincula el nombre de Gallardón a la ‘suerte’ que estaba teniendo el banquero en sus visitas a los juzgados. De hecho, Manos Limpias, acusación particular en el ‘caso Blesa’ sobre la compra del banco de Miami y el crédito a Díaz Ferrán, celebró la dimisión del ministro, al que acusó de usar “todos los tentáculos a su alcance para ejercer de tapón e intentar paralizar la investigación”. Y es que, frente a la diligencia con la que han actuado los tribunales en el caso de las tarjetas opacas, Blesa sigue todavía a la espera de juicio por estos asuntos, que han pasado por las manos de cinco jueces.

El caso de las tarjetas opacas le ha costado al expresidente de Caja Madrid el embargo de sus bienes, después de que no pudiese reunir la fianza de 16 millones de euros que le reclamó el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y tampoco lograse que Mapfre se la depositara. Mejor suerte corrió Rodrigo Rato, al que el magistrado reclamó tres millones de euros, que logró un aval del Banco Sabadell.

El caso de las tarjetas no es el único que el FROB ha detectado en las antiguas cajas de ahorros rescatadas (Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa) y ha remitido a la Fiscalía. Las operaciones irregulares afloradas hasta ahora suponen un quebranto 2.600 millones de euros, según los cálculos realizados por el Gobierno, la mayor parte a través de créditos ‘blandos’ otorgados a consejeros de las entidades y operaciones inmobiliarias. De ellas, se espera que surjan nuevas investigaciones que ayuden a depurar responsabilidades.

Pese a la lentitud de la justicia a la hora de actuar contra los antiguos gestores de las cajas de ahorros, de momento son ya 150 los antiguos directivos que están siendo investigados por el ‘saqueo’ de las cajas, que ha costado 61.000 millones de euros a los contribuyentes y ha supuesto la práctica desaparición del sector, reconvertidas las entidades en bancos.

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