La última Asamblea General ha ampliado el distanciamiento entre la presidenta Sonia Arribas y el resto de la Junta Directiva. El motivo, la votación de unos puntos que no estaban en el orden del día. La crisis en la que se encuentra sumido el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) está cada vez más lejos de solucionarse. A pesar de que las aguas parecían haberse calmado últimamente, el distanciamiento entre la presidenta Sonia López Arribas y el resto de la Junta Directiva es evidente, y se ha dejado notar tras la Asamblea General de Compromisarios que se celebró el pasado 30 de abril. En esta cita se produjo la votación, a instancias de López Arribas, de unos puntos que no estaban en el orden del día, pero ahora la Junta Directiva ha invalidado los resultados de la misma aduciendo que la presidenta se saltó los Estatutos.
Concretamente, en una nota que se puede consultar en la web del Colegio, la Junta Directiva ha anunciado que se han declarado nulas las mociones alternativas presentadas por López Arribas en la Asamblea General. La presidenta, tras el desarrollo de todos los puntos del orden del día, salió a la palestra para pedir a los médicos allí reunidos que tomasen en consideración diversas propuestas, como la modificación de diversos aspectos relacionados con los contratos de seguros del Colegio o la inmediata convocatoria de elecciones de los miembros de la Junta Directiva.
Según la nota, estas propuestas son “nulas de pleno derecho”, tal y como acordó la Junta Directiva en el Pleno Extraordinario celebrado ayer, y se declara su invalidez en base a una serie de razones. Se ha tomado esta decisión porque en la Asamblea General “no cabe la votación de mociones alternativas a puntos que no están incluidos en el Orden del Día”, y además porque “ninguna de las votaciones lo fue a instancias de un tercio de los Compromisarios presentes”, como marca la ley, “sino a instancias de la Presidenta”.
La Junta Directiva del ICOMEM se queja también de que López Arribas “negó la posibilidad de debate a las mociones alternativas que ella misma presentó, negando el derecho de información a los Compromisarios”, y que “la Asamblea General no tiene la facultad de modificar los puntos del Orden del Día de la convocatoria, pues ésta viene determinada por la efectuada por el pleno de la Junta Directiva”.
Asimismo, critica que “no se contabilizaron los votos negativos ni las abstenciones de cada una de las votaciones de las mociones alternativas”, y afirma que la petición de convocatoria de elecciones anticipadas de los miembros de la Junta Directiva “únicamente se puede plantear por medio de la presentación de una moción de censura, en los términos establecidos en el artículo 32 de los Estatutos”.
La Junta Directiva recuerda que el motivo de la cita del 30 de abril no era debatir y votar sobre estas mociones alternativas que presentó Arribas, sino presentar las cuentas auditadas de 2013 y votarlas. El presupuesto, según el ICOMEM, arrojó un “resultado histórico” de 1.118.109 euros de superávit que “se destinará a acometer las obras urgentes de mantenimiento del edificio”.
Unos presupuestos que, no obstante, también trajeron polémica ya que la presidenta del ICOMEM los puso en duda y la propia tesorera del Colegio, Ana Fernández Vidal, instó a los Compromisarios a que no los aprobasen porque quedan procesos jurídicos abiertos que pueden modificarlos.
Algo que acabó por enfurecer a los médicos allí congregados, que según recogen diversos medios especializados tacharon el espectáculo de “dantesco” y “lamentable” y criticaron que en el ICOMEM predominen los intereses económicos y políticos. Además, se lamentaron de que la crisis del Colegio salga en la prensa y que parezca que ni a López Arribas ni a la Junta Directiva les preocupe. Otros pidieron la convocatoria anticipada de elecciones para cambiar toda la cúpula del organismo.
