Zapatero ‘celebra’ en El Mundo el décimo aniversario de la retirada de las tropas de Irak

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Zapatero ‘celebra’ en El Mundo el décimo aniversario de la retirada de las tropas de Irak

José Luís Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno

El expresidente del Gobierno firma un artículo en el diario de Casimiro García Abadillo en le que evoca “el significado” de su orden de sacar el ejército de Irak. “Se cumplen en estos días diez años de la primera decisión que mi Gobierno adoptó tras las elecciones de 2004, que fue la de retirar las tropas de Irak”. Así arranca el artículo que José Luis Rodríguez Zapatero se firma hoy en las páginas en El Mundo en el que ‘saca pecho’ por la decisión que adoptó tras las elecciones de 2004 que “fue expresión clara de la fuerza de la democracia”.

Una idea que el dirigente socialista plasma incluso en el título de este texto: ‘Irak y la fuerza de la democracia’, y que sirve al miembro del Consejo de Estado para reflexionar sobre la necesidad de tomar decisiones “que abran la respuesta a los grandes, y en cierta medida angustiosos, retos del presente”.

“Y es que a nuestros desafíos de hoy, los que nos conciernen y acucian a todos, sólo les encontraremos respuesta mediante la fuerza de la democracia y no a través de nada parecido a una democracia de la fuerza”, asegura Zapatero que insiste en que “la fuerza de la democracia es la que se produce cuando las aspiraciones mayoritarias pueden traducirse nítidamente en decisiones de las instituciones representativas”.

Por ello, el que fuera jefe del Ejecutivo señala que “hay un buen número de asuntos públicos trascendentes que están sometidos a muy variadas circunstancias, a factores impoderables” en las que los gobiernos deben actuar sin excusas. “Se hace una u otra ley del aborto sólo en función de la voluntad política, aunque sepamos, asimismo, que esa voluntad valga de poco para impulsar una determinada política monetaria, que depende de las decisiones de un banco central independiente”, afirma Zapatero.

“Retirar las tropas de Irak era una de esas decisiones que el Gobierno podía adoptar, no había excusas. Y lo hicimos no tanto por considerar, como considerábamos, que aquélla era una intervención ilegal, injustificada, sino esencialmente por sentirnos vinculados a un mandato democrático que estaba, a pesar de las presiones en contra, a nuestro alcance cumplir”. “Lo hicimos”, continúa, “para honrar el valor del voto como palanca, como instrumento cierto, de transformación de la realidad en democracia”.

Una decisión que el propio dirigente del PSOE reconoce que le costó más de una crítica, ya que “hubo quien dijo, como reproche, que la decisión tenía un marcado carácter electoral”. “Es curioso, porque las elecciones acababan de celebrarse y quedaban cuatro largos años para las siguientes…”, destaca en este artículo en el que remarca que “no, no fue una decisión para ganar unas futuras elecciones, sino para que lo hicieran las que se acababan de celebrar, es decir, para reafirmar la confianza en la democracia”.

“Y fue mi primera decisión porque siempre pensé que la primera razón por la que los ciudadanos nos habían dado la mayoría el 14 de marzo de 2004 fue para gobernar con una determinada actitud democrática”.

El “paso del tiempo” le ha dado la razón a Zapatero, ya que como él mismo destaca, “la intervención militar en Irak fue un error y nuestra participación una opción claramente innecesaria”. “Las miles de vidas truncadas, entre ellas las de algunos españoles, no sirvieron a una supuesta causa superior en favor de la seguridad en la zona, ni a la disminución de la amenaza del terrorismo radical islamista”, recuerda.

Bush

El expresidente del Gobierno tampoco se olvida en este aniversario de la figura del por entonces presidente de EEUU, George W. Bush. “Recuerdo con qué fruición se especulaba sobre mis relaciones con el presidente Bush, sobre cada gesto, sobre cada detalle, y cómo esa relación provocaba incluso las alertas en asesores y diplomáticos al servicio del Gobierno”, señala el veterano dirigente socialista que ‘tira de memoria’ y recuerda “que dos días después de anunciar mi decisión de retirar las tropas de Irak, mantuve una tensa conversación telefónica” con él.

“Se sentía contrariado y decepcionado, y era entendible”, afirma Zapatero que explica que “cuando le argumenté que el Presidente de la primera democracia del planeta debía comprender que mi postura como presidente del Gobierno de otra nación democrática respondía a un compromiso adoptado con los ciudadanos, se produjo al otro lado del teléfono un prolongado silencio que pudo parecer, en efecto, como un gesto de comprensión”.

“Y, paradojas de la vida, fue el presidente Bush quien, al final de su mandato, aceptó convocar a España a la trascendental Cumbre del G20 -grupo al que no pertenecíamos- en Washington, en noviembre de 2008, para abordar la crisis financiera”, destaca.

Por todo esto, Zapatero asegura que a pesar de que “la historia de la Humanidad no nos da excesivos motivos para sentirnos orgullosos de nosotros mismos” con guerras, millones de muertos, violencia o terrorismo, “siga siendo tan necesario, y más en tiempos de turbulencias, reafirmar algunas convicciones básicas, como la de que la democracia es la mejor garantía para la paz y el progreso”.

El artículo que hoy publica El Mundo de Zapatero es el segundo que el expresidente del Gobierno se firma en este medio en poco más de un mes. El anterior, en el que reivindicaba su ley contra la violencia de género data del pasado marzo. Da la casualidad que los dos textos han sido con Casimiro García Abadillo de responsable del periódico tras la marcha de Pedro J. Ramírez.

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