El ideólogo de la privatización de hospitales dura menos de 24 horas como asesor de la Comunidad de Madrid

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El ideólogo de la privatización de hospitales dura menos de 24 horas como asesor de la Comunidad de Madrid

Antonio Burgueño, ex director general de Hospitales en el centro de la imagen

El exdirector general de hospitales, Antonio Burgueño, renuncia a su nuevo cargo pocas horas después de saltar la noticia alegando “motivos personales”. Antonio Burgueño no ha durado ni un día como asesor de la Consejería de Sanidad madrileña. El que fuese director general de hospitales, cargo del que fue cesado a mediados de febrero, ha decidido renunciar al nuevo puesto en el que le colocó Ignacio González apenas unas horas después de conocerse este nuevo destino, para lo que ha alegado “motivos personales”.

No obstante, son muchos los rumores que señalan que la renuncia de Burgueño se debe en realidad a la polémica que había suscitado la noticia de su reincorporación a la Comunidad de Madrid como asesor, un cargo por el que iba a cobrar 3.000 euros netos al mes y que el presidente de la región le había ‘regalado’ a pesar del fracaso de su plan para externalizar la gestión de seis hospitales públicos.

Tal y como informa El País, Burgueño ha alegado “motivos personales” para marcharse, todo ello a pesar de la defensa que había hecho el propio consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, sobre su nuevo cargo. El sucesor de Lasquetty dijo ayer por la mañana que Burgueño tenía derecho a seguir trabajando y que no por haber sido cesado como director de hospitales “le vamos a echar del país ni de la Comunidad”.

Rodríguez, que destacó la “experiencia” de Burgueño, afirmó también que “tiene derecho a trabajar como el resto de los españoles”. En su opinión, “era director general y ha dejado de serlo, pero eso no quiere decir que haya que negarle, que no pueda comer y no pueda vivir”, dijo el consejero según recoge el diario del Grupo Prisa.

Una postura muy alejada de la que había mostrado hasta ahora el sucesor de Lasquetty, que cesó a Burgueño y a la ‘número dos’ del exconsejero, Patricia Flores, en un intento por desligarse de la trayectoria de su antecesor y de las críticas de la Marea Blanca por el plan privatizador. Asimismo, parecía que también quería acallar la polémica que había suscitado el hecho de que tanto el exdirector general de hospitales como la viceconsejera fueron imputados por una presunta malversación de caudales públicos en la causa que investiga las primeras externalizaciones hospitalarias llevadas a cabo por los exconsejeros Lamela y Güemes.

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