La adjudicataria del aeropuerto de Castellón, vetada por sobornos a cargos públicos en el Banco Mundial

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La adjudicataria del aeropuerto de Castellón, vetada por sobornos a cargos públicos en el Banco Mundial

Aeropuerto de Castellón

La favorita para adjudicarse el aeropuerto de Castellón está vetada por diez años en el Banco Mundial. SNC-Lavalin fue acusada de sobornos a altos cargos para ganar un proyecto en Bangladés. La compañía preseleccionada como adjudicataria del aeropuerto de Castellón no es tan fiable como defiende la Generalitat valenciana. SNC-Lavalin, que así se llama la canadiense, ha sido vetada por el Banco Mundial para participar en ninguno de sus proyectos durante diez años por sobornar a altos cargos públicos en Bangladés.

El veto del Banco Mundial se airea en España coincidiendo con la recta final del proceso de adjudicación en la que el Gobierno valenciano la había señalado como favorita. Una decisión a la que su rival, un consorcio de compañías liderado por el complejo de ocio Marina D’Or, ya había anunciado una dura campaña de oposición hace sólo unos días.

SNC-Lavalin, que hasta ahora sonaba como adjudicataria del aeropuerto de Castellón se vio envuelta en una amplia investigación por sobornos a altos cargos públicos en Bangladés para hacerse con la construcción de un megapuente sobre el río Padma en el país asiático. Así mismo, se constató la presentación de ofertas que no se ajustaban a lo que realmente se planteaba para la obra de infraestructura valorada en cerca de 3.000 millones de dólares.

La investigación incluyó un minucioso registro de sus cuarteles generales en Toronto por parte de la Policía canadiense. El veto de una década para la firma y 114 de sus filiales internacionales fue parte de un pacto para evitar sanciones mayores que incluyó la introducción de prácticas de buen gobierno corporativo para garantizar una transparencia que estas filtraciones han vuelto a poner en duda.

Ante estas circunstancias, el presidente valenciano, Alberto Fabra, ha destacado que la mesa que valoró las pujas por el maltrecho aeródromo tuvo en consideración “aspectos tan importantes como la capacidad técnica, la solvencia económica”. Pese a estas declaraciones, desde el consorcio liderado por Marina D’Or se sigue defendiendo que su oferta “era la mejor puntuada tanto técnica como económicamente”.

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