Los trabajadores de la Lavandería Central acuden al Ramón y Cajal para apoyar la huelga de limpieza

Privatización sanidad

Los trabajadores de la Lavandería Central acuden al Ramón y Cajal para apoyar la huelga de limpieza

Manifestación de los trabajadores de la Lavandería Central de Hospitales

La plantilla del centro ubicado en Mejorada del Campo está en la misma situación que las limpiadoras del hospital, en huelga indefinida contra las privatizaciones de Lasquetty. Los trabajadores de la Lavandería Central de Hospitales de Madrid han acudido hoy a la concentración convocada en el Ramón y Cajal en apoyo de la huelga indefinida de limpieza que comenzó el pasado lunes. La plantilla del centro ubicado en Mejorada del Campo, en huelga indefinida desde el pasado mes de diciembre contra las rebajas salariales impuestas por Flisa, concesionaria del servicio, ha querido mostrar su solidaridad con los empleados de Clece, filial de la constructora de Florentino Pérez (ACS), que también han convocado paros contra los despidos anunciados por la empresa.

Según han indicado los trabajadores de la Lavandería Central en las redes sociales, han decidido acudir al hospital para apoyar a los compañeros de la limpieza que se han puesto en huelga ante la pretensión de Clece, que gestiona el servicio desde el pasado verano, de dejar en la calle a 63 empleados, tras haber apartado ya de sus puestos a más de 40 limpiadoras.

Un grupo de empleados de la Lavandería se ha presentado en el Ramón y Cajal con una pancarta en la que se podía leer ‘Lavandería Pública. Sanidad pública no se vende, se defiende’, y se han colocado junto a la plantilla de la limpieza en huelga, cuya pancarta rezaba: ‘Por la defensa de los derechos laborales y la salud de los pacientes’.

Esta concentración ha tenido lugar a las 10.30 horas, y se volverá a repetir a las 14 horas, según han informado los trabajadores de Clece a través de las redes sociales. El mismo lugar que han elegido para criticar los planes de Florentino Pérez de saltarse el convenio, disminuir la plantilla y aumentar la carga de trabajo, con la consecuente pérdida de calidad en la limpieza del centro.

“La Sanidad no es un negocio para que unos pocos se forren a costa de la salud de la gente, basta de precarizar el empleo, basta de acoso a los trabajadores, no sobran empleados, sobran contratas”, concluyen los trabajadores de la limpieza del Ramón y Cajal.

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