Los niños que acudan a ver a los Reyes Magos sólo podrán recibir dulces en las calles valladas. Las cabalgatas de los Reyes Magos que discurran por Madrid el próximo 5 de enero no podrán lanzar caramelos salvo en las calles valladas, una decisión que el Ayuntamiento de Madrid, que dirige Ana Botella, ha tomado argumentado motivos de seguridad, según publica hoy elmundo.es.
La justificación municipal de la insólita medida es evitar desgracias como la que ocurrió el pasado enero en Málaga, cuando un niño de seis años murió atropellado por una carroza cuando recogía caramelos caídos en la calzada.
Según recoge El Mundo de palabras de un portavoz municipal, «los caramelos pueden rebotar en el suelo y acabar debajo de los camiones». Enrique Núñez, delegado del área de Gobierno de Seguridad y Emergencias, afirma que esta decisión no significa que no haya dulces en las cabalgatas.
La medida no afecta a la cabalgata central que organiza el Ayuntamiento de Madrid, ya que todo su itinerario está protegido por vallas que impiden a los espectadores aproximarse a las carrozas. Sin embargo, la lluvia de golosinas será intermitente en la quincena de desfiles que se celebran en diferentes barrios de la ciudad, donde sólo están vallados algunos tramos, o ninguno.
La nueva medida de seguridad, que afecta al encanto de la noche más mágíca del año para los más pequeños, provoca perplejidad entre las asociaciones de vecinos que consideran que para evitar los peligros lo importantes mantener el perímetro de seguridad para que la gente no pueda acercarse a los camiones.
