El desembarco de Movimiento Ciudadano y el crecimiento de UPyD en la región levantina han desatado las alarmas entre populares y socialistas que ven a ambos partidos como rivales a temer en las autonómicas. El bipartidismo del que ha hecho gala el PP y el PSOE en España y, en especial en la Comunidad Valenciana, está en caída libre. Los casos que corrupción que salpican al partido de Alberto Fabra y la ausencia de un protagonismo claro por parte de los socialistas de Ximo Puig han dado alas a nuevas formaciones políticas que están irrupción con fuerza en el panorama levantino. Este sería el caso del Movimiento Ciudadano de Albert Rivera y de UPyD.
Las elecciones autonómicas, que se celebrarán dentro de poco más de un año, están a la vuelta de la esquina y el PP y el PSOE se están encontrando con dos importantes rivales en su carrera por llegar al poder. Una de estas amenazas es de sobra conocida por socialistas y populares: nada menos que UPyD.
La formación magenta que encabeza Rosa Díez ya sorprendió en las últimas generales al lograr ‘colocar’ en el Congreso a su cabeza de lista por Valencia, Toni Cantó. Un escaño que ha servido al actor a mostrar su compromiso con los problemas de la comunidad hasta el punto de que ya muchos le señalan como el candidato perfecto para rivalizar con Rita Barberá por el Ayuntamiento de la capital del Turia.
En los últimos meses, UPyD ha ido implantándose por la región hasta contar con una importante red de agrupaciones y sedes con las que hacer llegar a los ciudadanos sus propuestas. Algo de lo que carecía en las últimas autonómicas y que ha despertado los recelos tanto de socialistas como de populares.
En especial, este temor se deja notar entre las filas del partido de Ximo Puig.
La lucha contra los casos de corrupción o la querella presentada por el partido de Díez sobre el ‘caso Bankia’ está dejando en evidencia la labor de oposición del PSOE que se ve forzado a seguir la estela de la formación magenta y limitarse a respaldar este tipo de iniciativas.
Al crecimiento de UPyD, que ya se deja notar en más de una encuesta, hay que sumar la irrupción del Movimiento Ciudadano de Albert Rivera. Esta plataforma, germen de un futuro partido de ámbito nacional, ha desatado la locura en la región.
En apenas unas semanas, Rivera ha logrado el respaldo del exsocialista Antoni Asunción, la que fuera dirigente del PP Gema Amor o el cantante Francisco, entre otros. Todos quieren sumarse a este movimiento que trata de recoger el malestar y la indignación de los ciudadanos con los dos partidos mayoritarios.
Entre sus bazas, un discurso anti independentista y centralizador que ha ‘cuajando’ en Cataluña y que está teniendo su réplica en la región levantina, donde está logrando miles de adeptos.
Precisamente, estos apoyos son los que han desatado las alarmas en el PP.
Desde las filas populares se teme que Movimiento Ciudadano reúna a aquellos votantes desencantados con la gestión de Fabra, así como a algunos dirigentes críticos con el presidente de la Generalitat. Un voto protesta contra el Partido Popular que encumbraría a Rivera y abocaría a la formación conservadora a una derrota histórica.
