El Tribunal Superior de Castilla La Mancha ha admitido a trámite la querella interpuesta contra los recortes en materia de dependencia de la presidenta manchega y del Consejero de Sanidad de la región, José Ignacio Echániz. La Plataforma de Dependientes de Castilla La Mancha está de enhorabuena. El Tribunal Superior de Justicia de la región manchega ha admitido a trámite la querella interpuesta contra los recortes de la presidenta manchega, María Dolores de Cospedal, y el Consejero y Secretario Nacional del PP de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, en materia de dependencia.
En declaraciones a elboletin.com, los portavoces de la asociación han manifestado esta decisión de “muy positiva” y que se trata de “un paso muy importante, el que tenga que explicarse, Cospedal y Echániz, ante los tribunales”. Además, han querido dejar claro que confían en la “justicia”, ya que no la pueden “eludir”. Algo que sí que han hecho con los propios dependientes, medios…
A su vez, la Plataforma, a través de un comunicado, se ha congratulado de que, por primera vez, este “Ejecutivo deba rendir cuentas de todo lo que sobre Dependencia está legislando, derrumbando así el ‘manto’ de ‘impunidad’ que parecía podían mantener”.
La orden, admitida a trámite, es el sustento legislativo en el que se basa el recorte en el Proyecto de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para 2014, ya que la partida destinada a dependencia se reduce a 96 millones, según esta plataforma, “más de 16 millones de euros menos que en 2013 y más de 46 millones respecto al 201”, es decir, un tijeretazo de más del 32%.
Por otro lado, los mismos portavoces de esta asociación se han manifestado sobre las declaraciones de esta mañana de Echániz en Radio Castilla La Mancha. El consejero de Sanidad ha manifestado que espera que el cierre de las urgencias nocturnas de 21 Puntos de Atención Continuada (PAC) de la región se retome en “algún momento con inteligencia y responsabilidad”.
Estos portavoces han asegurado a este diario que Echániz es un “poco cabezón”. Cerrar los centros de urgencias nocturnas es correr un “riesgo que nadie quiere asumir”, ya que hay personas que viven en el campo y no tienen otro centro que ese. Se trata de “vivir o no vivir”.
