El colectivo muestra su unidad contra los planes de Lasquetty y dice estar dispuesto a mejorar el sistema sanitario si los gobernantes de la región les dejan participar en la gestión. Los médicos madrileños han decidido celebrar el primer aniversario de lucha de la Marea Blanca contra los planes privatizadores de Javier Fernández-Lasquetty con una carta que llama a la unidad. Los facultativos insisten en la oposición de toda la sociedad frente a las medidas anunciadas hace ahora un año y aprovechan para asegurar que están dispuestos a mejorar el sistema sanitario si el Gobierno regional les deja participar en la gestión.
El colectivo ha lanzado este ofrecimiento tras recordar que en todo este tiempo, y bajo un “sentimiento de responsabilidad” y de “compromiso con la sociedad”, los médicos han hecho “propuestas para reformar el funcionamiento del sistema sanitario ofreciendo su colaboración para, de manera seria y profesional abordar dicha reforma, más necesaria si cabe en momentos de graves dificultades económicas como el actual”.
Aunque se lamentan de que el Ejecutivo autonómico haya rechazado “cualquier ofrecimiento de colaboración, aprovechando además cualquier ocasión para desprestigiar a los profesionales”.
La misiva, firmada por los médicos aglutinados en el Comité Profesional (AFEM, ICOMEM, Plataforma de Jefes de Servicio, Coordinadores de Centros de Salud y Planes Estratégicos) y en los sindicatos médicos (AMYTS y SIME), ha sido enviada a todos los facultativos de Madrid para manifestar “el orgullo que supone formar parte de lo que ha sido y es uno de los movimientos profesionales sanitarios más importantes de la sociedad española en los últimos años”.
En esta carta, el colectivo también subraya que su rechazo al Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid no responde a ninguna ideología política, sino que se fundamenta en la evidencia científica. Los médicos recuerdan que han demostrado “cómo el intento de privatización de la gestión sanitaria, lejos de generar el pretendido ahorro económico, puede acarrear un encarecimiento del sistema sanitario, en el que sólo ganarán las empresas privadas que, con un legítimo interés por el beneficio económico, pretenden intervenir en este proceso”.
Asimismo, reafirman que han aportado pruebas de “cómo una de las consecuencias más importantes de este plan es la disminución de la calidad de la asistencia y la aparición de una creciente discriminación en la atención a los ciudadanos”, y también dicen haber puesto en evidencia el hecho de que “este modelo de gestión privatizada sin garantía alguna provocará consecuencias sociales y sanitarias irreversibles con tan solo ponerse en marcha”, afirmaciones que han sustentado con pruebas y que, según recuerdan, no ha sido rebatidas por el consejero de Sanidad.
Por último, los médicos hacen referencia a la vía judicial emprendida contra las privatizaciones, y aseguran que han puesto los planes de Lasquetty en manos de la Justicia porque la medida y su desarrollo “ha vulnerado nuestro ordenamiento jurídico”. Los facultativos recuerdan que la externalización de seis hospitales está suspendida cautelarmente, un gran paso, aunque dicen no sentirse del todo satisfechos ya que “la Sanidad pública madrileña ha sufrido enormemente durante este año, siendo descapitalizada, disminuyéndose plantillas y externalizando multitud de pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas”.
Por ello, el colectivo finaliza la carta haciendo un llamamiento a seguir trabajando por un sistema cuyo mantenimiento puede garantizarse de otra manera y subrayando el orgullo de ser profesionales sanitarios.
