El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha asegurado esta tarde en una rueda de prensa convocada de urgencia, que el Gobierno regional no tiene pensado un plan B en el caso de que la Justicia decida ‘tumbar’ la privatización de los hospitales madrileños. Preguntado una y otra vez por los periodistas acerca de la alternativa que se plantea la Consejería de Sanidad si el Tribunal de Justicia Superior de Madrid (TSJM) suspende el concurso de adjudicación de seis centros hospitalarios, Lasquetty ha evitado mostrar sus cartas y ha insistido en que no hay más planes.
Ante la persistencia de la prensa, el consejero de Sanidad se ha escudado en que confían en su propuesta y en que el TSJM no paralizará de manera concluyente el proceso concursal ideado por la Comunidad de Madrid. Este tribunal suspendió cautelarmente el proceso de privatización de hospitales al aceptar la petición del PSM, por lo que se paralizó de inmediato la adjudicación de seis centros a Sanitas, HIMA San Pablo y el consorcio formado por Ribera Salud, OHL y El Corte Inglés.
En cuanto al auto, Lasquetty ha reiterado que lo que se recoge en el texto del TSJM es una suspensión provisional “de unos días” para que el Ejecutivo regional presente sus alegaciones a la demanda de los socialistas. Por lo que, en su opinión, el auto no entra “en el fondo” de la privatización, sino que se limita a reproducir “en condicional” los argumentos del PSM y ha pedir a la Comunidad de Madrid los suyos.
La petición del PSM hacía referencia a una modificación de última hora que hizo la Consejería de Sanidad en los pliegos de los contratos. Cuatro días antes de la finalización del plazo de presentación de ofertas, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó como corrección de errores un cambio en el aval que debían presentar los adjudicatarios.
En este sentido, el consejero mantiene que con esta modificación no se cambiaron las condiciones del concurso, sino que “se modificó un error” conforme a lo que “la ley sostiene que hay que hacer” en estos casos. En concreto, la Comunidad pasó de exigir como aval un 5% de la adjudicación total del contrato a un 5% del importe anual, lo que supone una reducción del 90% del importe, puesto que la concesión se había fijado por 10 años.
Lasquetty ha considerado que en esos cuatro días hubo tiempo suficiente para que otras empresas presentaran su oferta y ha defendido que ninguna compañía se ha quejado por este cambio, por lo que ha insistido en que no se ha incurrido en una violación de la ley de competencia.
El consejero de Sanidad, que convocó a la prensa de urgencia tras conocerse que la justicia había suspendido cautelarmente el proceso de privatización de hospitales, ha aprovechado también la ocasión para atacar al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, al que ha acusado de querer perjudicar a los madrileños y los profesionales de la Sanidad y de convertir los hospitales en “campos de batalla”. Ha insistido en que la paralización de la adjudicación de los centros es “consecuencia de una jugada de Tomás Gómez” para después añadir que el PSM no ha realizado ninguna propuesta para mantener una Sanidad de calidad en tiempos de crisis.
Pero Gómez no ha sido el único objetivo de las quejas de Lasquetty. El responsable de la Sanidad madrileña se ha mostrado descontento porque, según ha afirmado, se han enterado del auto del TSJM por la prensa antes de que la notificación llegara a la Comunidad de Madrid.
