La decisión del juez del Madrid Arena de imputar al exdelegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Antonio De Guindos, y al doctor Viñals ha dado aire a un Ignacio González que había visto cómo en las últimas semanas el cerco judicial se estrechaba en torno a su figura con el ‘caso de los espías’ y el ático en Marbella.
El presidente de la Comunidad de Madrid ha podido hoy respirar hondo con una decisión de los tribunales que, esta vez, ni a él ni a su gobierno afectaba. La citación como imputados de De Guindos, la exconcejala de Seguridad y actual concejal del distrito de Carabanchel Fátima Núñez, y el jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteaguado, por el Madrid Arena ha sido una de las pocas noticias judiciales que no le afectan lo más mínimo. No así a Ana Botella.
Mientras que Ignacio González toma aire, aunque sea sólo por hoy, la alcaldesa de la capital ve cómo uno de sus hombres de confianza, el hermano del ministro de Economía, Luis de Guindos, tendrá que acudir a declarar a los juzgados el próximo 13 de marzo sobre la tragedia el día de Halloween.
Antes que Antonio de Guindos, Núñez tendrá que prestar declaración el 26 de febrero, mientras que Monteagudo lo hará el 20 de marzo. Para los Viñals, tanto el padre como el hijo, la cita será en abril, el día 8, exactamente.
El propio González ha dado la “bienvenida” a esta decisión judicial. «En la medida en que sea esto sea también un paso más para que se puedan dar todas las explicaciones correspondientes sobre este caso, bienvenido sea», ha asegurado.
Por su parte, el Ayuntamiento ha anunciado que recurrirá estas imputaciones, según han informado a Europa Press fuentes próximas a la investigación.
