Los timadores que protagonizaron las últimas dos décadas

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Los timadores que protagonizaron las últimas dos décadas

Camacho, Ruiz-Mateos o Correa. Estos son algunos de los protagonistas de los mayores timos en España en las dos últimas décadas. Desde las irregularidades de Gescartera a la supuesta revalorización de unos sellos que no era tal de Fórum Filatélico pasando por los entramados empresariales de Nueva Rumasa. A esto, unir el Gürtel y su relación con el PP.

Precisamente, esta última trama puede ostentar el título de uno de los mayores casos de corrupción en los que la política y los empresarios se han visto involucrados. Y es que los negocios de Correa con una decena de administraciones públicas, sobre todo gobernadas por el PP, han salpicado a cargos populares, ya fuesen alcaldes, diputados o presidentes autonómicos como Francisco Camps.

A cambio de favores o altas cantidades de dinero, los cabecillas del Gürtel lograban contratos para dar servicios a diversas administraciones. En sus acciones también se incluían labores de intermediación en las adjudicaciones de obras y suelos. Toda una red corrupta que podría haber defraudado al fisco más de 43 millones de euros, según las investigaciones que inició Baltasar Garzón y que han pasado por varios estamentos judiciales.

Esta trama es tan complicada que Correa y sus compinches aún están en prisión a la espera de juicio. Un paso por el juzgado que también ha afectado a Camps y a Ricardo Costa que tienen cita a mediados de noviembre. A pesar de la importancia de este caso, el protagonismo lo ha compartido con un viejo conocido: José María Ruiz-Mateos y su Nueva Rumasa.

Cuando los ecos de la expropiación de su primer reto empresarial aún se oían, Ruiz Mateos decidía recuperar la marca de la abeja y lanzar un nuevo entramado que siguiera la estela de Rumasa. Retando a los mismos que en su día denunciaron la gestión del polémico empresario, el patriarca de este clan une bajo unas mismas siglas a un centenar de empresas de alimentación (Dhul, Clesa, Trapa,…). Una red de compañías que que pronto dejó de pagar las nóminas de sus empleados.

Y es que, los problemas financieros no tardaron en llegar y Nueva Rumasa se lanzó a captar financiación mediante unas emisiones de pagarés que forzaron a la CNMV, hasta en siete ocasiones, a alertar de los riesgos. Unos avisos que no fueron escuchados y que llevó a los Ruiz-Mateos a acogerse a la Ley Concursal y a volver a los tribunales. El patriarca de este clan y sus hijos se enfrentan a penas de prisión. Mientras que Correa y Ruiz-Mateos se ocupaban de sus negocios, dos casos saltaron a la palestra: Fórum Filatélico y Gescartera.

El primero fue una estafa piramidal de sellos con un déficit patrimonial de 2.800 millones de euros. El método de era una supuesta revalorización de los sellos en los que se invertía el dinero de los clientes. Hasta 300.000 clientes se quedaron sin sus ahorros y sin los beneficios prometidos.

En cuanto a Gescartera, esta estafa afectó gravemente a la Iglesia, ya que entre los afectados de por las irregularidades de esta agencia de inversión se encontraban diversas órdenes religiosas como el Arzobispado de Valladolid. Hasta 100 millones se perdieron. Un timo que se llevo por delante a representantes políticos como el secretario de Estado de Hacienda, Enríquez Giménez-Reyna.

Las escuchas que dejan en evidencia la carrera de un juez

Baltasar Garzón ha visto cómo, desde que el 6 de febrero del 2009 abrió una investigación titulada Gürtel, este caso ha ido menoscabando su nombre hasta tal punto que el Supremo le acusa de un delito de prevaricación en las grabaciones ordenadas a los cabecillas de esta trama. Este caso se ha unido a tres causas más que tiene abiertas.

Facturas, trajes y una cita con los juzgados

Francisco Camps ha visto como el Gürtel ha erosionado su figura política. De nada ha valido que repitiera que ‘El Bigotes’ no le había regalado unos trajes y que insistiera en que él tenía las facturas de estas prendas. Algo que en ningún momento enseñó. Ahora, tras dimitir como presidente valenciano, espera que un jurado popular decida su futuro.

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