La situación interna de Podemos pasa de ‘morado’ oscuro

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La situación interna de Podemos pasa de ‘morado’ oscuro

Pablo Iglesias durante una intervención en el Congreso de los Diputados

Las últimas 48 horas han estado repletas de circunstancias controvertidas que han dinamitado cualquier atisbo de acuerdo entre las dos partes mayoritarias. La imagen ofrecida este martes en los escaños del Congreso de los Diputados, con Pablo Iglesias e Iñigo Errejón discutiendo ostensiblemente, en medio del debate sobre el Bono Social y las cláusulas suelo, no casa muy bien con la idea de trasladar a las cortes los problemas de la sociedad civil ni con la voluntad de ser útil desde las instituciones.
 
En cualquier caso, la imagen es la punta de un iceberg al que previsiblemente le quedan dos semanas de vida. Una vez pase la Asamblea Ciudadana de Vistalegre, la fractura interna de Podemos tendrá números y porcentajes, y posiblemente – a tenor de lo sucedido en otros procesos internos del partido – ganadores y ‘perdedores’.
 
La discusión que mantuvieron en el hemiciclo los dos principales referentes de las corrientes internas del partido no fue tan grave como algunos afirmaron, ni tan normal y trivial como ciertos miembros y diputados del partido predicaron. Iglesias y Errejón constataron abiertamente en la Cámara Baja sus diferencias políticas, pero lo hicieron lejos de las versiones que llegaron a asegurar que el secretario general, Pablo Iglesias, estuvo cerca de agredir físicamente al secretario político.


En cualquier caso, lo que sí es cierto, y en eso coinciden todas las versiones, internas y externas, es que la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre las partes antes de que expire el tiempo es prácticamente imposible.
 
Esta noche, a las 23:59 de la noche, se cierre el plazo para que las candidaturas presenten documentos y listas conjuntas, y salvo milagro, Errejón e Iglesias presentarán candidaturas separadas a la dirección del partido.
 
Según la versión errejonista, la última decisión del secretario de organización, Pablo Echenique, de dejar en manos de la cuestionada Comisión de Garantías el cómo y el cuándo renovar este propio órgano interno dinamitó prácticamente cualquier posibilidad de acuerdo.


El modo de elegir la nueva Comisión de Garantías no quedó definido tras la consulta entre los inscritos del pasado mes de diciembre, que por el contrario sí que establecieron los mecanismos de votación para el Consejo Ciudadano. A priori, era responsabilidad del equipo técnico – 4 pablistas, 4 errejonistas y 2 anticapitalistas – nombrado para organizar Vistalegre II decidir el futuro de la Comisión de Garantías, que es el tribunal interno de Podemos.
 
Los próximos a Errejón, como Rita Maestre, aseguraron que hubo un “golpe de estado burocrático» en una decisión que parecía dejar todo en manos de Gloria Elizo, actual presidenta de la Comisión y persona muy cercana a Pablo Iglesias.
 
Sin embargo, a última hora de este martes, según avanza eldiario.es, las tres partes mayoritarias de Podemos (pablistas, errejonistas y Anticapitalisas) alcanzaron un acuerdo de mínimos sobre este asunto. El equipo técnico designado para organizar Vistalegre II ha acordado por consenso «el orden en el que se van a votar las distintas cuestiones que se someterán a los inscritos en las primarias (Secretaría General, Consejo Ciudadano, Comisión de Garantías y los documentos políticos y organizativos) y las normas que regirán la renovación de la misma Comisión de Garantías», asegura el periódico. 
 
Esta decisión despeja de alguna manera el cargado ambiente interno, donde las facciones alineadas a Pablo Iglesias e Iñigo Errejón se acusan mutuamente de utilizar las redes sociales y los medios de comunicación desde hace varios meses con el fin de desprestigiarse los unos a los otros. 

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