¿Cómo son las monedas locales que inspiran a Ada Colau?

Barcelona impulsa una moneda propia

¿Cómo son las monedas locales que inspiran a Ada Colau?

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

En varios municipios españoles y europeos conviven con éxito el euro y monedas de ámbito local. El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, calificó en su momento de “imposible” e “indeseable” la medida que Ada Colau llevaba en su programa electoral sobre la implantación de una moneda local en Barcelona. Sin embargo, la activista ha decidido cumplir con su palabra y ha confirmado que en 2017 tres barrios de la ciudad condal – Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí – implantarán, en calidad de prueba, una moneda virtual de ámbito local. La idea es que para 2019 esta nueva divisa se extienda a toda la ciudad en aras de “beneficiar al pequeño y mediano comercio”.
 
La moneda local forma parte del ‘Pla d’Impuls de l’Economia Social i Solidària’ que presentó el consistorio esta semana. Plan dotado con 24 millones de euros donde la aplicación de la moneda virtual va encaminada en “promover el desarrollo local y generar un efecto multiplicador de la riqueza generada en la ciudad que beneficie principalmente al pequeño y mediano comercio, y con la voluntad de fortalecer un modelo de desarrollo local que sea más consciente y transformador”, explica Barcelona En Comú en su página web.
 
En ella detalla algunos de los aspectos fundamentales de la medida, como que los empleados públicos puedan cobrar en moneda local parte de las retribuciones, que parte de los créditos y microcréditos a empresas facilitados desde el Ayuntamiento se puedan suministrar en moneda local o que las empresas proveedoras del Ayuntamiento que quieran cobrar parte o el total de sus ventas al Ayuntamiento en moneda local vayan a ser favorecidas.
 
Otros ejemplos
 
La decisión del Ayuntamiento de Barcelona ha sido fruto de un plan estudiado e inspirado por aquellas localidades que, con cierto éxito, llevan a cabo medidas similares. El caso más ilustrativo de la moneda local más expandida es la ‘Bristol Pound’, la divisa de ámbito local de la ciudad británica.
 
Nacida en 2012 gracias a una compañía sin ánimo de lucro, esta moneda ha alcanzado tanta notoriedad que incluso el alcalde de la ciudad cobra su sueldo íntegramente en ‘Bristol Pound’, que tiene una conversión con la libra esterlina de igual a igual. Un pound de Bristol equivale a una libra.
 
En sus inicios obtuvo el beneplácito del Ayuntamiento y de la entidad financiera Bristol Credit Union, que depositó 85.000 libras en circulación nada más salir la moneda. La decisión de Bristol se hizo con la intención de beneficiar al comercio local e intentar que el dinero generado en Bristol, se quede en Bristol. “La idea es que si la gente de Bristol pagaba con su moneda, ese dinero rotaría y se quedaría dentro del comercio local”, aseguran en el blog especializado monedasocial.org.
 
En cualquier caso, la de Bristol no es la única relativamente exitosa. En Francia existe la ‘Sol-Violette’ de Tolouse, una moneda anterior (2007) impulsada por la ciudadanía y apoyada con 120.000 euros por parte del ayuntamiento de la localidad. La peculiaridad de esta divisa es que no es virtual, sino física. Se imprimen billetes, lo que facilita la circulación entre consumidores y comercios. Para evitar la acumulación de moneda, los billetes caducan tres meses después de su último uso.
 
En Alemania también existen monedas de uso local, como el ‘Chiemgauer’ de Prien am Chiemsee, un municipio de Baviera. Surgió a comienzos de siglo con el objetivo de crear empleo e incentivar la solidaridad entre los negocios. El valor de un ‘Chiemgauer’ equivale a un euro, y fue inventado en un instituto bávaro gracias al ingenio de un profesor de filosofía.
 
Nantes, Sicilia y localidades de Suiza también emplean monedas de ámbito local, como Bilbao, Sevilla y algunas de Extremadura.
 
El ‘Puma’ es una moneda que toma el nombre del barrio sevillano de Pumarejo, lugar donde se emplea. Su valor es igual al euro y el sistema del que se vale un intercambio de puntos que debe concluir con resultado cero.
 
En Bilbao existe el Ekhi, una moneda social física no virtual que nace en el 2014 con la idea de fomentar el comercio local y proponer un modelo económico alternativo a pequeña escala, tal y como aseguró Euskadinnova, un órgano dependiente del Gobierno Vasco.
 
Como explica monedasocial.org, las finalidades de esta moneda son “promover una serie de valores que tienen que ver con una economía más justa, más solidaria, y también con la igualdad de género y con una economía más ecológica”.
 
Desventajas de una moneda local
 
Escasez de usuarios. El principal problema de estas fórmulas de consumo es la dificultad que tienen para expandirse en la sociedad. Los recelos de una parte de la población, en gran medida instaurados por las amenazas de las entidades bancarias, provocan que monedas como el Ekhi apenas sea conocida incluso en la misma ciudad (Bilbao). Los temores por estas monedas motivan que en la mayoría de los casos se utilice como complemento al Euro o la moneda nacional, y no como alternativa una absoluta o única, si bien ambas opciones coexisten.
 
Moneda únicamente local. Como indica Julio Gisbert, experto en la materia, “la moneda social tiene un área de utilización muy limitada”. Aún así, existe una alternativa de intercambio internacional entre redes y monedas sociales llamado CES Exchange, donde la gente puede intercambiar bienes y servicios entre todas las monedas sociales registrados a nivel mundial. También aparecen muchos bancos de tiempo.
 

Más información