Así se ‘vive’ en el CIE de Aluche

CIE de Aluche

Así se ‘vive’ en el CIE de Aluche

    CIE de Aluche

    Organizaciones denuncian las condiciones infrahumanas en las que viven los residentes. En el momento en que los ‘amotinados’ han dado por finalizada la protesta en la terraza del CIE la calma ha vuelto a Aluche. Así se ha reflejado el devenir del suceso, obviando que la calma de algunos es el terror de otros. Quizá por no ver lo que sucede en el interior del Centro se considere como ‘vuelta a la normalidad’ el fin de la protesta, pero todo indica que lo que ocurre entre esas cuatro paredes es más bien una ‘maldita normalidad’.
     
    Celdas, mal llamadas ‘habitaciones’, que obliga a las personas internas a compartir un espacio claramente insuficiente. Unas ocho personas internas por cada celda, sin disponer en ningún caso de los cuatro metros cuadrados recomendables para cada persona según el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura. ‘Habitaciones’ sin mobiliario y con fallos frecuentes del sistema de calefacción y agua caliente.
     
    Precariedad en los servicios sanitarios, insuficiencia en ropa y calzado, falta de actividades, la duración media del internamiento no deja de incrementarse en los últimos años. En 2015 ha sido de 38 días, 3 días más que en 2014 y 6 días más que 2013. Y presuntamente, malos tratos, trato intimidatorio o racista hacia los residentes, que dependen de la policía para acceder a cada una de las celdas. Estas son algunas de las características de los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) denunciadas en más de una ocasión organizaciones no gubernamentales como SOS Racismo o  ‘Karibu, amigos del pueblo africano’.
     
    A través de un informe llamado “Fronteras en los barrios”, SOS Racismo denuncia que los CIE son centros de estricto control policial en los que se encierra a personas por el mero hecho de estar en situación administrativa irregular, y que solo sirven para “atemorizar y estigmatizar”.
     
    “En 2015 hemos tenido constancia del encierro de mujeres embarazadas, personas que sufrían trastornos de salud mental, personas con menores a su cargo, víctimas de violencia machista o de trata. 12 personas internas que visitamos declararon ser menores de edad, incumpliendo el Estado los compromisos adquiridos en la Convención sobre los Derechos de Niños y Niñas así como la propia Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España”, relata el informe.
     
    El 85% de los residentes internados en el CIE de Madrid lleva más de tres años en España. La mayoría tiene familiares en España y presenta fuertes indicios de arraigo. “Esto evidencia un fallo en las políticas de inclusión y revela el papel de los CIE como mecanismo para la segregación y la ruptura de la vida de las personas”.
     
    Además, miembros de esta plataforma y de Karibu denuncian una persecución policial sobre el inmigrante: “Como en años anteriores, seguimos detectando que en fechas próximas a la salida de un vuelo colectivo de repatriación se incrementan las identificaciones y detenciones de personas originarias del país al que se va a realizar el vuelo con el afán de aumentar la eficiencia del operativo” afirma el informe de Karibu, ‘CIE: Intento fallido de expulsión’.
     
    Antecedentes en Aluche
     
    El CIE de Aluche ha vuelto a ser protagonista, aunque como se observa podría serlo prácticamente todos los días. En cualquier caso, no es la primera vez que se lleva los focos mediáticos, ya que el pasado mes de agosto 17 personas se escaparon y otras 10 fueron detenidas. En los años anteriores siempre ha habido casos de residentes que consiguieron escapar, como el de 2011, cuando siete personas serraron los barrotes de la celda y salieron por la ventana. Por otro lado, en 2012, la ONU denunció a España por la reclusión arbitraria, discriminación racial y tortura a un interno magrebí llamado El Hadj, detenido en el CIE de Aluche.

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