Las ONG de la Iglesia salen a la calle en defensa del “trabajo decente”

Empleo

Las ONG de la Iglesia salen a la calle en defensa del “trabajo decente”

Sede de Cáritas

Impulsan una campaña con actos en toda España para  denunciar que con precariedad laboral impide una globalización justa y reducir de la pobreza. Con motivo de la celebración, el 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, las ONG de la  Iglesia Católica que trabajan en el ámbito de la justicia social se movilizan en más de 40 ciudades de todo el país alzando su voz contra la precariedad laboral, una lucha que consideran esencial para reducir la pobreza. 
 
Por ello, Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristiana impulsan la iniciativa #IglesiaporelTrabajoDecente, mediante el cual  -y a través de una actuación en red- han organizado un denso programa de iniciativas conjuntas a escala tanto estatal como diocesana y local para informar, sensibilizar e involucrar a toda la sociedad en la defensa y protección activa de este derecho.
 
Para conseguir estos objetivos convocan por segundo año consecutivo diversos actos públicos en distintas ciudades y plazas españolas, que “serán el escenario de las actividades programadas por estas entidades para renovar su compromiso de seguir construyendo y exigiendo una sociedad que defiende el trabajo decente. 
 
Y es que estas ONG consideran que “el trabajo decente refleja las prioridades de la agenda social, económica y política de los países y del sistema internacional”.  Subrayando que es, además, “un elemento fundamental para alcanzar una globalización justa, reducir de la pobreza y obtener desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible”.
 
Para estas organizaciones, que trabajan codo a codo con los más desfavorecidos, es esencial defender el trabajo decente, el derecho a trabajar de toda persona capaz de ello (tanto el trabajo que genera ingresos –empleo— como el que no). Para ello, es necesario amparar un trabajo realizado bajo condiciones dignas para la persona, que se ve seriamente dificultado por el actual modelo socioeconómico, una mete que requiere un compromiso de los gobiernos, los empresarios y las organizaciones de trabajadores, el sector privado y la sociedad civil. Estos compromisos se basan en la dignidad humana, los derechos y responsabilidades humanas y la solidaridad.
 
Para las entidades convocantes, la defensa del trabajo decente implica:
 
– Poner en el centro a la persona y romper la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
 
– Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo
 
– Luchar por unas condiciones dignas de empleo.
 
– Articular el trabajo y el descanso de forma humanizadora.
 
– Luchar para que el acceso a derechos humanos como la sanidad, la vivienda o la educación no esté condicionado a tener un empleo.

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