El consejero de Sanidad minimiza a la Marea Blanca: solo son el 2% y se manifiestan antes de las elecciones

Madrid

El consejero de Sanidad minimiza a la Marea Blanca: solo son el 2% y se manifiestan antes de las elecciones

    Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid

    Sánchez Martos cree que la mayoría de los profesionales sanitarios no están en contra de su gestión. El responsable sanitario de Cristina Cifuentes, Jesús Sánchez Martos, ha aprovechado un desayuno organizado por dos grandes empresas de la tecnología médica para hacer balance de su primer año al frente de la Consejería madrileña de Sanidad. Ha sido un cómputo lleno de agradecimientos al equipo de directivos que le acompañan en la tarea de gestionar la mayor partida de los presupuestos regionales, aunque también ha habido lugar para la crítica al contrario y el afianzamiento de una nueva forma de entender la sanidad pública en Madrid y la colaboración público-privada.

    Sobre uno de los conflictos más sonados, las protestas de médicos, personal sanitario y no sanitario que trabaja en el Servicio Madrileño de Salud, el dirigente cree que “no están en contra de todas las decisiones” de la consejería de forma “sistemática”. Calcula que solo “un 2% de unos 77.500 trabajadores” se han venido manifestando en los últimos meses.

    Ha destacado que los paros convocados coinciden con elecciones generales. “Han sido convocados ahora antes de las elecciones, hablaron en diciembre porque había elecciones, y en junio otra vez, justo un mes antes del 26J ha habido paros convocados por AFEM y AMYTS”, ha considerado. “No estoy minimizando, ha advertido a continuación, poniendo “en valor a todos los trabajadores de la sanidad madrileña”: “Han aguantado muchos años sin ser escuchados y ahora se sienten parte activa”, ha afirmado.

    El discurso frecuentemente desenfadado del consejero también ha dado espacio a la política, y no sólo la madrileña. Sánchez Martos dice estar seguro de que habrá un nuevo gobierno de Mariano Rajoy “capaz de alcanzar un pacto de Estado por la Sanidad”, una sanidad “pública y universal”, según el consejero. “En mi tarjeta de visita pone consejero de Sanidad”, ha sostenido, incidiendo en que eso iuncluye tanto a la sanidad pública como la privada, para que “6,5 millones de ciudadanos puedan decidir”. “Tengo que garantizar la pública para todos, pero también la excelencia de la privada. La colaboración público-privada está asegurada con este consejero” ha añadido.

    Para el pacto del Ejecutivo popular con Ciudadanos también ha tenido espacio en su discurso, considerando que “hay distintos tipos de política. La constructiva, la que se hace con el PP de Cifuentes”, y a continuación una “obstructiva”, que ha enlazado con Ciudadanos “cuando nos cambia los presupuestos sin tener preparado para qué, o cuando no apoya una PNL de Cifuentes para cambiar la vida de pacientes de autismo, cuando no se quiere firmar un pacto para pacientes con enfermedades poco frecuentes”, ha criticado.

    Pero aún quedaba la “política destructiva, en contra, que es el resto de grupos”, ha atacado. Y ha recurrido al ejemplo de pueblos gobernados por PSOE y Podemos que han puesto impedimentos al autobús de para colecta de sangre, que gestiona Cruz Roja por convenio con el Ejecutivo madrileño y que tales partidos rechazan.

    El consejero ha hecho hincapié en sus propósitos para avanzar en la eficiencia del SERMAS, toda vez que los cambios poblacionales apuntan a más pacientes mayores y para los que el sistema sanitario debe evolucionar al mismo ritmo. Ha rechazado que todo se solucione con más presupuesto y “subiendo impuestos como pide Podemos”, ha criticado. Ha asegurado, de hecho, que con Podemos en el Gobierno central “está en peligro la sanidad”, y ha defendido que Cifuentes y Rajoy apuestan por conseguir más dinero “teniendo más trabajadores, no más impuestos”, ha remachado.

    Entre las medidas estrellas de su primer año como consejero ha destacado la mayor centralización y coordinación del sistema de hospitales y centros sanitarios, la recuperación de la Dirección General de Salud Pública, la publicación mensual de los datos de gestión sanitaria o la reducción del 90% de personas que son derivadas a los centros concertados. Sobre otro punto problemático, la lista de espera quirúrgica, ha defendido una caída de 2.000 pacientes que, aunque ha admitido “no es mucho”, defiende como consecuencia positiva de los nuevos criterios para ordenar las intervenciones en la región. “Vamos bien en la eficiencia”, ha insistido.

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