Rotundo fracaso de la estrategia de Podemos

Elecciones generales

Rotundo fracaso de la estrategia de Podemos

Pleno del Senado

La confluencia con IU para robar la hegemonía del centro-izquierda al PSOE sufre un fuerte revés con los resultados del 26J. “Es verdad que lo que hemos hecho en los últimos dos años es histórico pero no es menos cierto que no es el resultado que esperábamos”, han sido las primeras palabras de Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos, cuando el escrutinio de los votos casi alcanzaba el 100% y se confirmaba que las expectativas de la confluencia habían apuntado demasiado alto.

Unidos Podemos ha perdido más de un millón de votos respecto a los conseguidos en las anteriores elecciones por Podemos y sus confluencias más los de Izquierda Unida. Se queda con exactamente 71 diputados, los mismos que sumaban todas las fuerzas que hoy conforman Unidos Podemos antes de las segundas elecciones.

La confluencia con el partido de Alberto Garzón no ha funcionado y la estrategia de buscar más papeletas moradas en el lado izquierdo ha ganado sólo en las encuestas. Las predicciones electorales para Iglesias, que incluían el tirón del líder político más valorado a nivel nacional y rostro visible de una IU en proceso de renovación, son el único espejo en el que la apuesta de Iglesias ha sido vencedora. En la realidad, salvo el empuje mantenido por las confluencias en Cataluña y la Comunidad Valenciana, el sorpasso se ha disipado y solo ha habido un ganador respecto al 20D: el Partido Popular.

“La madurez en política tiene que ver con gestionar los momentos dulces y los menos dulces”, ha valorado Iglesias, que no ha puesto paños calientes sobre la derrota de su plan aunque ha querido remarcar que el camino hecho no se ha desandado.

Además, ha negado arrepentirse de apostar por la confluencia y ha defendido su alianza con Izquierda Unida: “Independiente de los resultados la confluencia se revelado como el camino correcto desde la responsabilidad de Estado, desde la responsabilidad del país y esperamos que sigamos camino juntos”, ha sostenido como líder de un grupo de rostros tristes y solemnes y escoltado por el propio Garzón e Íñigo Errejón.

Precisamente el número dos de Podemos ha sido la figura de peso en Podemos más reticente al encuentro en las papeletas con la histórica Izquierda Unida. La apuesta por la famosa “transversalidad” de Errejón no parecía terminar de encajar con la táctica dibujada por el núcleo duro de Iglesias, y es de esperar que esa discusión centre el debate interno en la formación más joven entre los cuatro partidos mayoritarios a nivel nacional. “El análisis de los resultados lo llevaremos a cabo a partir de mañana, puesto que hay que hacer los análisis en frío”, ha afirmado el líder de Podemos.

Iglesias resiste a hablar de fracaso y subraya que son una fuerza “que ha venido para quedarse. No nos conformamos y vamos a trabajar para ser la primera fuerza política de este país». «Creo que el futuro de España pasa por Unidos Podemos”, ha concluido su intervención ante la prensa. Es seguro que la estrategia de tender la mano a la izquierda tradicional y poner distancia con el socialismo español para asaltar su electorado será clave en las primeras discusiones sobre por qué Unidos Podemos no llegó a sumar.

Más información