Felipe González define a Podemos como “una máquina de recoger votos” según “las demandas de cada sitio”

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Felipe González define a Podemos como “una máquina de recoger votos” según “las demandas de cada sitio”

Felipe González, expresidente del Gobierno

El expresidente carga contra la «coherencia interna» del partido morado en un coloquio sobre Venezuela, donde ha alertado de que la urgencia de la «crisis humanitaria» del país. Era un coloquio para desarrollar «una reflexión sobre el presente de Venezuela«, e inevitablemente la primera pregunta de la prensa ha referenciado a Podemos. La Casa América ha reunido hoy al expresidente del Gobierno Felipe González, al ministro de Exteriores en funciones José Manuel García-Margallo y a Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, en un coloquio moderado por el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián. Tanto el actual dirigente del PP como el expresidente socialista han coincidido en destacar “la urgencia” de la situación en Venezuela, con una “crisis humanitaria” con desabastecimiento de alimentos y fármacos en el centro del debate y para la que, según González, “no queda tiempo”.

Ambos políticos españoles han incidido en la necesidad de que comiencen los diálogos entre oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro para alcanzar una verdadera negociación. Sin embargo, el análisis de González y Margallo arroja una lectura pesimista del momento político presente en el país latinoamericano: “Yo soy capaz de imaginar esa mesa de negociación”, ha confiado González, aunque ha admitido que ve “muy difícil” que Maduro y opositores alcancen un acuerdo para negociar. “Pero no me resigno, porque no hay más opciones”.

Tras un largo análisis de la situación venezolana, ambos políticos han sido interpelados sobre las similitudes de Podemos con el Gobierno chavista y los posibles efectos, similares o no, que podría tener para España un ascenso al poder de la formación morada. Y aunque ambos han mostrado rechazo a la dinámica de hablar de Venezuela en función de la campaña electoral española, no han dejado de dedicar una parte del tiempo del coloquio al partido de Pablo Iglesias.

“El programa económico de Podemos no es realista”, ha comenzado el ministro de Exteriores. Para Margallo no existe una conexión directa entre uno y otro país, pero ha criticado que la propuesta del partido de Iglesias de aumentar el gasto público en 86.000 millones de euros “lleva directamente a la salida de los mercados” en el contexto europeo.

Felipe González ha rechazado a priori comparar el programa de Podemos con algún fenómeno experimentado en Venezuela, criticando que “el programa económico de Podemos no se parece ni a sí mismo”, según el marco que Podemos presentó para las elecciones europeas de 2014

“No existe sólo una identidad Podemos”, ha afirmado el expresidente, que ha calificado de “laboratorio” a cargo de “profesores de ciencias políticas” la entrada del partido morado en el panorama político nacional: “Es un experimento interesante, que es cuántos votos y por qué podemos sumar, aunque las motivaciones de los votos sean distintas”, porque “no hay una coherencia interna”. “¿Cuántas siglas pueden integrarse en eso, cuatro, quince, veintisiete? Cada una con sus intereses”, ha sostenido González. Por ello ha definido a Podemos como “una máquina para sacar votos de acuerdo con las preferencias” de distintos sectores con demandas diversas.

En este sentido ha hecho referencia al referéndum en Cataluña, “que para el resto de la población sigue siendo el problema número 27 entre las preocupaciones de los españoles”. Y ha advertido que eso es un problema que tiene que resolver la formación morada antes del día “en que sea la primera preocupación” en el resto del territorio, ha criticado. “La máquina de recoger votos solo es de la demanda de cada sitio”, ha apostillado.

Las tres urgencias de Venezuela

Para el ex presidente español, en Venezuela prima la crisis «socioeconómica» que es «gravísima» y que ha llevado al desabastecimiento de la alimentación básica y de medicamentos, que está «creando gravísimos problemas a millones de venezolanos». Según González, esta situación es comparable a la que vivió Cuba con la desintegración de la Unión Soviética, aunque ha defendido que el régimen castrista «redistribuía mejor» de lo que lo hace el Gobierno de Maduro.

En segundo lugar alude a una crisis de «seguridad ciudadana» que «cada vez empeora más». Cree imprescindible que «el uso legítimo de la fuerza permanezca en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y no en grupos, milicias». De hecho, ha asegurado que «la inseguridad que lleva a la muerte» en Venezuela es como la de «los países en situación de guerra civil», que espera «que ojalá nunca tenga», por lo que ha abogado por un «control serio» de la posesión de armas de cualquier ciudadano venezolano porque «no hace falta, hace más falta harina y pan».

Por último, se ha referido a la crisis «institucional», para la que ha pedido que tanto el poder ejecutivo como legislativo se sienten a «dialogar» y a negociar medidas como la «petición de ayuda humanitaria», porque «no hay otra salida», ha recalcado. En esta línea, ha instado a Maduro a que respete el cumplimiento de la Constitución venezolana y, por tanto, el referéndum revocatorio.

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