Cáritas anima a sumarse a la lucha por un “comercio justo”

Comercio justo

Cáritas anima a sumarse a la lucha por un “comercio justo”

Sede de Cáritas

La ONG de la Iglesia realizó en su red de tiendas de comercio justo ventas por valor de casi medio millón de euros. Bajo el lema “Soy Comercio Justo”, miles de personas participarán el 14 de mayo en un centenar de localidades españolas en la intensa agenda de actividades programadas con motivo del Día Mundial del Comercio Justo, una jornada que se celebra simultáneamente en más de 50 países de todo el mundo y a la que Cáritas anima a participar. Y lo hace predicando con el ejemplo, ya que recuerda esta ONG de la Iglesia que en 2015 realizó ventas por casi medio millón de euros en su red de tiendas de comercio justo.

La campaña está organizada en España por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ), de la que forma parte la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas Española, por lo que esta ONG de la Iglesia lanza “una invitación a toda la ciudadanía a participar en este movimiento internacional de lucha contra la desigualdad y por la justicia global, que nació en los años 50 y hoy es una red consolidada en todo el mundo en la que confluyen más de 2.000 organizaciones productoras, 500 distribuidoras y 4.000 tiendas especializadas, además de entidades de certificación e instituciones internacionales reguladoras”.

Cáritas recuerda es su web que en España, los actos principales que se han convocado con motivo de la celebración del Día de Comercio Justo serán cadenas humanas programadas en espacios urbanos emblemáticos de varias localidades. Además, las organizaciones de la CECJ invitan a la ciudadanía a participar en una campaña en redes sociales, titulada #SoyComercioJusto y que propone fotografiarse con un cartel que lleva este lema. Conciertos, pasacalles, actividades infantiles, puestos de información y venta, y otras actividades reivindicativas y lúdicas completarán la celebración.

Las cifras de este movimiento internacional

Cáritas recuerda que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo ha publicado un informe divulgativo sobre este movimiento internacional de comercio justo, que agrupa a más de 2.000 organizaciones productoras repartidas en 75 países de África, Asia, América Latina y el Caribe, en las que trabajan más de 2 millones de personas. De ellas, tres de cada cuatro organizaciones se dedican a la producción de alimentación y de materias primas como el algodón. África, con un millón de personas trabajando en Comercio Justo, sería el continente más representado, según datos de Fairtrade International, la entidad certificadora de Comercio Justo con más implantación en todo el mundo. Por productos, el mayor número de trabajadores y productores están en el sector cafetero, con más de 737.000, seguidos de los del té, con casi 300.000 y, de lejos, por los productores de cacao con 176.600.

Por otro lado, y según datos de la Organización Mundial del Comercio Justo, unas 250 entidades se dedican a la producción de textil o la artesanía. Un 75% de ellas están situadas en África y Asia, y la mayoría de sus integrantes son mujeres.

Desde el punto de vista del impacto económico, en 2014 las ventas de Comercio Justo alcanzaron los 5.900 millones de dólares, teniendo en cuenta solamente los productos certificados por Fairtrade International. Estos ingresos benefician fundamentalmente a quienes trabajan en las organizaciones y sus familias, ya que reciben un salario digno y estable, y no están a expensas de las variaciones del mercado o de la especulación.

Además, el comercio justo tiene otros impactos positivos en el medio ambiente (como la preservación de la tierra, el agua y la biodiversidad, el abandono de prácticas perjudiciales o el fomento de la agricultura ecológica), en la organización política (a través de la aplicación de modelos democráticos, participativos y transparentes) y en el entorno, ya que con la prima –la cantidad extra que reciben las organizaciones productoras– éstas desarrollan proyectos educativos, sanitarios, sociales, e infraestructuras, entre otros. En 2014 en concepto de primas el comercio justo distribuyó 95 millones de dólares.

El comercio justo en España

En España, en 2016 se cumplen 30 años desde la apertura de las dos primeras tiendas de comercio justo, que Cáritas recuerda iniciaron su actividad en 1986 en San Sebastián y Córdoba.

En la actualidad hay 140 tiendas y puntos de venta especializados, gestionados por las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Además los productos están presentes en otros establecimientos minoristas, grandes superficies y cadenas de hostelería. En 2º014, las ventas ascendieron a 33,2 millones de euros, un 8% más que el año anterior. En las organizaciones del sector trabajan 130 personas y más de 2500 colaboran como voluntarias, el 80% de ellas mujeres.

El Comercio Justo empezó a tomar impulso internacional a partir de 1964, con la reivindicación “Trade, not aid (Comercio, no ayuda)” realizada en la Conferencia de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) por varios países del Sur. Desde sus inicios, su finalidad ha sido lograr el desarrollo de las comunidades empobrecidas a través de prácticas comerciales justas. El comercio justo se basa en 10 criterios consensuados internacionalmente referidos al respeto de los derechos humanos y laborales de los trabajadores, condiciones de trabajo dignas y seguras, no explotación laboral infantil, equidad entre hombres y mujeres y respeto al medio ambiente. Sus prácticas comerciales están garantizadas por la Organización Mundial del Comercio Justo, así como por cinco entidades de certificación (Fairtrade International, Ecocert, Fundeppo, Fair for Life y Naturland).

Cáritas recalca que “hoy, 60 años después, el comercio justo sigue trabajando para combatir la desigualdad y la pobreza, que continúa afectando a mil millones de personas, según último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El estudio revela que el 1% de la población mundial posee la mitad de la riqueza global, mientras que el 80% de la población se reparte tan solo el 6% de la riqueza. Además, existen 830 millones de trabajadoras y trabajadores que son pobres, es decir, que malviven con menos de 2 dólares al día, y 1.500 millones de personas tienen un empleo en el que no cuentan con unas condiciones laborales dignas y seguras. Según la Organización Internacional del Trabajo cerca de 21 millones de personas en todo el mundo realizan trabajos forzosos, en situaciones similares a la esclavitud, de los cuales 4,5 millones son víctimas de la trata con fines de explotación laboral y sexual. Asimismo 168 millones de niños y niñas trabajan, la mitad realizan trabajos considerados peligrosos.

El granito de arena de Cáritas

Finalmente, Cáritas recuerda su labor en este campo través de su Red Interdiocesana de Comercio Justo (RICJ), compuesta por 28 Cáritas Diocesanas que trabajan distintos modelos con un denominador común: comercio justo como herramienta de sensibilización y transformación social. Todas estas experiencias nacen y se ejecutan de manera integrada con otras líneas y programas de la acción social de Cáritas y de cooperación internacional.

Actualmente hay 30 tiendas y 32 puntos de venta en España. Son espacios solidarios para la difusión, reflexión y sensibilización que acercan los productos de comercio justo a la sociedad, donde además de su comercialización, se favorece la sensibilización sobre las relaciones comerciales existentes en el mercado.

Un 95% de las personas que trabajan en actividades de comercio justo en Caritas son voluntarias. En 2015, la venta de productos de comercio justo a través de la Red ascendió a 497.221 euros, lo que supone un 47% del total de ventas frente al 53% de otros artículos procedentes de la economía social.

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