El TTIP se perfila como nuevo campo de batalla en la campaña del 26J

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El TTIP se perfila como nuevo campo de batalla en la campaña del 26J

Imagen representativa del TTIP

El acuerdo de libre comercio va camino de convertirse en cuestión ineludible de cara a los debates para los nuevos comicios. La Alianza Trasatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) puede convertirse en un nuevo campo de batalla en la contienda electoral que oficialmente comienza el 9 de junio. Tras hacerse un hueco en los programas que redactaron los principales partidos para las generales de diciembre, el tratado de libre comercio con Estados Unidos ha ganado presencia en medios de comunicación y opinión pública, y se perfila como una fuente irresistible de ataques contra el que se quede atrás. Ante la posición clara de Podemos e IU al rechazo del acuerdo, PP y Ciudadanos deberán ampliar sus argumentos para el sí al TTIP tras los últimos avances en las negociaciones, y es probable que la izquierda arrincone al PSOE para que defina su posición, que tachan de ambigua.

Ayer mismo Podemos confirmaba en una conversación con El País que hará del TTIP un tema “frontal” de campaña. El partido de Pablo Iglesias lo hace espoleado por el interés público en el tratado tras la 13º ronda de negociaciones en Nueva York y la filtración de documentos confidenciales sobre las conversaciones entre la UE y EEUU, a cargo de Greenpeace. Tanto Podemos como IU cuentan con europarlamentarios muy críticos con el acuerdo que llevan meses alzando la voz desde el legislativo comunitario. Y una de sus grandes críticas es que tanto PP como PSOE suelen votar juntos en la mayoría de los casos.

“Apoyaremos decididamente el TTIP, que permitirá crear riqueza y nuevas oportunidades a las Pymes, estableciendo un mercado libre de barreras arancelarias, generando un área de intercambio de libre conocimiento con gran impacto en el comercio, la energía, la seguridad y el transporte”, apuntaba el PP en su programa para el 20D. Entre las pocas líneas que dedicaban al acuerdo, los conservadores confirmaban su apoyo al TTIP por ser una “la negociación prioritaria para nuestro país ”. De cara a los nuevos debates, los miembros de la formación deberán reciclar sus conocimientos sobre un acuerdo que cada día llama la atención de más asociaciones de consumidores, profesionales y ciudadanos en general.

Ciudadanos mantiene una posición parecida aunque es más previsor: en el programa de diciembre muestra su apoyo a un acuerdo que pueda generar riqueza según el análisis de organismos como la CEOE, aunque se refiere al cuidado de las “líneas rojas” sobre transparencia y protección a la salud.

El PSOE se centra en “velar para que en la negociación de los tratados comerciales y en particular en el TTIP, se garanticen los derechos sociales, medioambientales, sanitarios, de seguridad alimentaria y la protección de datos personales alcanzados en la UE. Su formulación final deberá contribuir al crecimiento económico sostenibley a la creación de empleo de calidad” apunta el programa. Pide que los «productos agrícolas e industriales sensibles» queden excluidos de la liberalización o sujetos a adecuados periodos de transición. “Y en la protección de las inversiones se respetarán los procedimientos jurídicos regulares. En todo caso, se preservará plenamente la capacidad de las autoridades nacionales, regionales y locales de legislar sobre sus propias políticas públicas” añaden los socialistas.

En el partido liderado por Alberto Garzón hay pocas líneas y concisas: “Nos oponemos a la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, al tratado de libre comercio entre Canadá y la UE (CETA) y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA) por su implicación sobre la privatización de los sistemas sanitarios así como por su impacto negativo sobre la salud de las personas”.

Podemos dedicaba un epígrafe entero al rechazo a los tratados comerciales: “Nos oponemos a la ratificación de los tratados comerciales TTIP, TISA (Acuerdo en Comercio de Servicios) y CETA (Acuerdo Integral de Economía y Comercio) y estableceremos un diálogo con otros Gobiernos europeos para que actúen de la misma manera”, apuntaban. Nombran el acuerdo con EEUU como símbolo de una “arquitectura legal internacional que que aumenta el poder de las grandes corporaciones energéticas frente a los Estados”.

Según el portavoz de Exteriores del Partido, Pablo Bustinduy, la formación morada pedirá al PSOE que “clarifique” su posición, así como pedir un marco de gobernanza más democrático “dentro de la globalización”.

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