El grupo de militantes del PP Floridarablanca lamenta que el partido haya renunciado a los principios económicos liberales y culpa de todo a Cristóbal Montoro. La política económica del Gobierno de Mariano Rajoy tiene “luces”, pero también muchas “sombras”. Entre estas últimas, todo lo relacionado con la política fiscal llevada a cabo por el Ejecutivo del PP en los últimos cuatro años. Así lo afirma el grupo de militantes del partido que integra la red Floridarablanca. Este colectivo popular carga contra Cristóbal Montoro y su gestión al frente del Ministerio de Hacienda, “donde ha subido impuestos, ha desincentivado el cumplimiento del déficit a las regiones y no ha controlado el gasto”.
En un artículo en su web titulado ‘Un desastre sin paliativos’, estos militantes del PP reconocen que Rajoy “heredó una situación muy complicada, evitó la intervención de España y dejó la economía nacional en una recuperación que podría llegar a ser intensa si las circunstancias políticas no la cercenan”. Frente a estas “luces” sobresalen bastantes “sombras” que han llevado a la formación conservadora a renunciar “a los principios económicos liberales que siempre defendió”, y que “deberá volver a defender si quiere recuperar la confianza perdida y seguir siendo el partido de la prosperidad”.
“Dichas sombras”, señala la red Floridarablanca, “se encarnan de manera clara en el ministro Cristóbal Montoro y la gestión que ha impulsado a lo largo de estos cuatro años, donde ha subido impuestos, ha desincentivado el cumplimiento del déficit a las regiones y no ha controlado el gasto”.
Este grupo de militantes critica que España vuelve “a ser motivo de preocupación entre nuestros socios europeos por el clamoroso incumplimiento de los objetivos de déficit que nuestro país tenía marcados para el año 2015: un 5% del PIB, en lugar del 4,2% al que nos habíamos comprometido; unos 10.000 millones de euros por encima de lo previsto”. Una situación de la que culpan a Montoro.
El ministro de Hacienda en funciones “creyó que él podía apaciguar a Cataluña a cambio de concesiones en materia de déficit o de evitar el control de sus finanzas que habría impuesto la aplicación de la magnífica Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera”, que no se llegó a poner en práctica. Según señala la red Floridarablanca, Montoro, “contra toda lógica, diseñó un déficit a la carta, en forma de déficit asimétrico que, por ejemplo, imponía a la Comunidad de Madrid (que estaba entre las que mejor cumplía, junto a Galicia, Castilla y León o La Rioja) un objetivo de déficit tres décimas más estricto que a la media, mientras que esas tres décimas de mayor flexibilidad se las daba a Cataluña, que pasó a contar con un objetivo 6 décimas de PIB más laxo que Madrid”.
Algo que “era un castigo a quien cumplía y un premio a quien incumplía” y llevó a que Cataluña incumpliese “otras 3 décimas más sobre su objetivo incrementado y que, pese a que Madrid aún respetó el objetivo que se le había marcado, la media lo rebasó notablemente”. “Con estos argumentos, Madrid fue la única comunidad autónoma gobernada por el Partido Popular que votó en contra de dichos objetivos. Otras regiones con gobiernos de diferente color político, incluida Cataluña, votaron en contra por motivaciones diversas”, explica este grupo de militantes del PP, que destaca que la “consecuencia” fue que Hacienda pusiera “en el punto de mira” al Gobierno de Cristina Cifuenres “con constantes presiones para que entrase en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y con una hostilidad manifiesta a la región que mejor cumplía en déficit y deuda, la que más crecía y la que menos paro tenía”.
A esto hay que sumar las “ampliaciones de déficit” que Bruselas concedía a España, y que “se quedaba casi íntegramente la Administración General del Estado o la Seguridad Social, administración central en todo caso”. La explicación de Cristóbal Montoro era, según el texto de este colectivo en su web, “que la Seguridad Social pagaba las pensiones de todos”. Un argumento “más que discutible”, ya que la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales, “aunque estén descentralizados, cubren también a todos los españoles”.
“Si Cristóbal Montoro hubiese realmente querido reducir el gasto de las Comunidades Autónomas, habría modificado la normativa básica estatal que marca la cartera de servicios que las administraciones autonómicas deben prestar obligatoriamente, sin margen de maniobra, en dichas materias”. Frente a esto, según Floridablanca, “se limitó a los fuegos de artificio de los reales decretos leyes de Sanidad y Educación de abril de 2012, que se suponía que iban a lograr un ahorro estructural a las CCAA de 10.000 millones de euros y que, como mucho, se quedaron en 2.500 millones”.
Asimismo, arremeten contra el uso que Montoro ha hecho del FLA, “un instrumento mal diseñado y estigmatizado desde el propio” Ministerio de Hacienda.
“Si el señor Montoro hubiese aplicado la ley en su debido momento, si no hubiese subido impuestos y hubiese rebajado el gasto con reformas de fondo, y si no hubiese perseguido políticamente y asfixiado financieramente a quienes mejor lo hacían al tiempo que contemporizaba e incentivaba el incumplimiento con quienes más incumplían, hoy el déficit regional estaría embridado y habríamos alcanzado los objetivos de España”, señalan estos militantes, que lamentan que Montoro no haya estado “a la altura ni del Gobierno del que todavía forma parte, ni de la misión que tenía encomendada”.
