Carmena audita al Grupo Cantoblanco para determinar lo que adeuda Arturo Fernández

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Carmena audita al Grupo Cantoblanco para determinar lo que adeuda Arturo Fernández

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid

El Ayuntamiento ha reclamado a las empresas municipales que faciliten la relación de contratos que han mantenido desde 2008 con la sociedad que dirige el empresario. Manuela Carmena continúa su proceso para tener controlado las cifras que rodean a Madrid. Esta vez el turno ha llegado a la deuda que tiene el Grupo Cantoblanco con el Ayuntamiento. La concejalía de Economía ha reclamado a todas las empresas municipales que faciliten la relación de contratos que han mantenido desde el año 2008 con la sociedad que dirige el exvicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández.

“Esta petición de información desde el área se enmarca en el proceso de investigación que realiza el Ayuntamiento para conocer el daño patrimonial que están ocasionando determinados impagos al erario público”, ha anunciado la formación. Las cifras que manejan desde el Consistorio sitúan la deuda de la empresa en 627.983,34 euros.

Por ello, Carmena busca estrechar el cerco reclamando la información con el detalle del concepto, importe económico y, si es el caso, las cantidades pendientes a las nueve empresas municipales (Consorcio de Rehabilitación de Teatros de Madrid, Club de Campo Villa de Madrid, Empresa Mixta de Servicios Funerarios, Empresa Municipal de Transportes, Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo, IFEMA, Madrid Destino, Madrid Calle 30 y Mercamadrid).

La relación de Arturo Fernández con Madrid

La relación entre Arturo Fernández y el Ayuntamiento de Madrid durante los años en el que ha gobernado el Partido Popular en la capital ha sido muy estrecha. Aunque la mejor amistad con la que contaba el empresario ha sido la que mantiene con la actual portavoz del Grupo popular en el Consistorio, Esperanza Aguirre.

Una buena sintonía con Esperanza Aguirre que ya surgió desde la infancia cuando compartieron lugar de estudios. Pero fue en 2003, en el marco de las elecciones autonómicas, cuando el tándem Fernández-Aguirre se fue intensificando. Desde su posición de presidente de la patronal madrileña (CEIM), el empresario apostó fuerte por la candidatura de la política. Fue tal la apuesta que se tradujo en varios donativos por un importe total de 60.000 euros a Fundescam, una fundación del PP de Madrid, hoy investigada en el sumario del ‘caso Gürtel’ por ser uno de los motores de la financiación ilegal de la campaña del ‘Tamayazo’ que alzó a Aguirre a la Comunidad de Madrid.

Poco después, los negocios fueron acumulándose y el Grupo Cantoblanco se fue haciendo con varias adjudicaciones. Desde las cafeterías y comedores de la Asamblea de Madrid, Telemadrid o el organismo informático ICM pasando por la UTE del Hospital Infanta Leonor de Vallecas, según informó el medio radiofónico.

No ha sido la única polémica que ha rodeado al empresario (aparte de las ‘tarjetas black’). Los técnicos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) desvelaron cómo numerosas sociedades, entre las que se encontraba el Grupo Cantoblanco, contrataron, por órdenes del Ejecutivo de Aguirre –concretamente siguiendo las directrices del vicepresidente López Viejo-, a diversas empresas de Rafael Correa. El mecanismo consistía en que las empresas privadas adjudicatarias de obra pública contrataban a la Gürtel para la organización de los actos de inauguración de ‘primeras piedras’. Todo esto finalizaba con esas ‘mordidas’ que llegaron a ascender hasta los 290.000 euros en tres años.

Aun así, los problemas no se han reducido para Arturo Fernández. Los enanos siguen creciendo cuando el pasado diciembre la lista de deudores de Cristóbal Montoro desveló que el empresario adeudaba casi 20 millones de euros al fisco. Hoy, el Ayuntamiento de Madrid inicia un nuevo proceso para descubrir exactamente lo que debe el Grupo Cantoblanco a la capital.

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