Aznar reclama ante Rajoy “nuevos liderazgos” que estén a la altura de los “desafíos que tenemos”

Aznar reclama ante Rajoy “nuevos liderazgos” que estén a la altura de los “desafíos que tenemos”

    José María Aznar, expresidente del Gobierno

    Mariano Rajoy, José María Aznar y Felipe González han arropado a Mario Vargas Llosa en su homenaje por su 80 cumpleaños. “Necesitamos nuevos liderazgos capaces de ejercer una tracción social, moral y política a la altura de los desafíos que tenemos ante nosotros”. Con estas palabras, José María Aznar ha reaparecido en la escena mediática para advertir de los nuevos frentes que se han abierto en el horizonte y las nuevas personalidades que se necesitan. En su discurso, frente a Mariano Rajoy y Felipe González, en el homenaje a Mario Vargas Llosa por su 80 cumpleaños, el expresidente ha lanzado una ‘oda’ a la libertad en el que ha reclamado luchar por no cometer los errores del pasado.

    Para el presidente de FAES dos hechos supusieron un antes y un después en la búsqueda de la libertad: la caída del Muro de Berlín y los atentados del 11-S. “El sueño de la libertad asegurada fue seguido por uno de los más brutales despertares que cabe imaginar. Y aun hoy, cuando la pesadilla se sucede una y otra vez por todo el planeta, apenas acertamos a comprender lo que ocurre y lo que debemos hacer”, ha aseverado en referencia a los actos terroristas de Nueva York.

    Aun así, a pesar de los años, la etapa que se abrió el 11 de septiembre de 2001 no está cerca de cerrarse, por ello hay que asumir responsabilidades y decidirse ante dos opciones: “Creo que el mundo civilizado encara un dilema esencial. Seguir avanzando por la senda de la prosperidad, el crecimiento y la libertad, esto es, profundizar en la civilización, u optar por la parálisis, la irrelevancia y el populismo, antesala de la barbarie”.

    Mientras tanto, los personajes públicos, concretamente los políticos, han de mantener unos principios que, según el expresidente del Gobierno, son vitales como son el “derecho a la propiedad”, “rechazar la oposición entre liberad y seguridad” y “la igualdad de oportunidades”, entre otros valores. Todo esto sin “aceptar excepciones interesadas” que hagan tambalear esos ‘deberes’.

    Un ‘mejunje’ en el que es la libertad la que se encuentra cual funambulista ante las adversidades terroristas que se iniciaron ese 11-S, en las que, según Aznar, las decisiones que se tomaron en ese enclave no fueron por buen camino. El exdirigente ha criticado las formas que rodearon a esos atentados donde algunos “prefirieron cerrar los ojos y buscar culpables de conveniencia, antes que reconocer la realidad de una amenaza cierta y brutal”.

    Los errores persisten para el político ya que el diagnóstico que se realizó en 2001 continúa hoy a la orden del día. Aznar ha recordado cómo en esa época la sociedad occidental eligió buscar “los porqués en lugar de entender el único para qué: para destruir la libertad, sin más razón que el fanatismo autoinducido. Y como si algún porqué pudiera justificar ese propósito y condicionar la única reacción aceptable frente a él”.

    Un diagnóstico errado que ha provocado, a ojos del expopular, unas consecuencias que se viven a día de hoy: “No cumplimos ni hicimos cumplir las normas. Nos apartamos de la base firme que debemos defender. Y las consecuencias están aquí”, ha recriminado. De ahí que haya un culpable muy concreto: el mundo occidental y su falta de ambición en defender la libertad “que se disfruta”.

    En definitiva, un problema de origen que impide afrontar de lleno las nuevas cuestiones que se han abierto, como sucede con la crisis de los refugiados. “Es difícil que puedan producirse procesos ordenados de integración en sociedades que dudan de sí mismas, que no se respetan a sí mismas, que no saben lo que son”, ha concluido.

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