El líder de Podemos ha aseverado que las matemáticas no le dan a ambas formaciones a no ser que sumen al Partido Popular. Pablo Iglesias lo tiene claro: PSOE y Ciudadanos no suman. “Lo que negocien con Ciudadanos nos parece legítimo, pero son castillos en el aire, fuegos artificiales”, ha aseverado el líder de Podemos en la rueda de prensa posterior a su reunión con los partidos catalanes. Con un tono más molesto, ha reiterado que su formación no se abstendrá para dar el gobierno a los dos partidos. Por eso si quieren llegar a buen puerto sin ellos, los socialistas tendrán que pedirle los votos a Mariano Rajoy: “90 más 40 no es un acuerdo de gobierno aunque lo ratifique el Papa, a no ser que sumen al PP”.
De hecho, el anuncio de principio de acuerdo entre Rivera y Sánchez no cambia los planes a Podemos. Iglesias ha repetido más de una vez en su intervención que van a “estar en la mesa de negociación hasta el final”. Una ronda de negociaciones a la que no están poniendo “líneas rojas” , según el secretario general de la formación morada.
Respecto a si Pedro Sánchez acudirá a la sesión de investidura sin un gran acuerdo ya sea con Podemos o con el PP y Ciudadanos, Iglesias ha deseado querer pensar que el socialista no va a ir a la sesión de la investidura “a hacer un teatro” ya que, en el caso de equivocarse, el líder del PSOE estaría faltando a la verdad a los ciudadanos.
Por todo esto, los cálculos para Iglesias pasan por la abstención de los partidos catalanes o la de los de Rivera. Dos opciones que ve con buenos ojos aunque por parte del líder de Ciudadanos las intenciones son muy distintas: “Sería una magnífica noticia que se abstuviesen o votasen sí a un gobierno progresista, pero Albert Rivera ya ha dicho que eso no es posible”.
Por eso las posibilidades hacen mirar a las fuerzas catalanistas; de ahí a su reunión con ERC y DiL. En cuanto a la decisión que tomarán estos partidos, el político cree que ambas formaciones tienen cierto interés en que el PP de Mariano Rajoy no siga gobernando: “Creo que facilitarían con su abstención un gobierno progresistas”.
Una abstención que sólo aceptarían los catalanes en el caso de que Podemos convenciese al PSOE a que se comprometiese a la celebración de un “referéndum a la escocesa en el plazo de un año”. Mientras, el tira y afloja entre las fuerzas parlamentarias continúan.
