Albert Rivera cree que «no puede hacer más con 40 diputados» que alcanzar acuerdos de Gobierno sin «pedir sillas», como su partido ha hecho en la Comunidad de Madrid bajo el Gobierno de Cifuentes. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha recordado que antes de la llegada de Ciudadanos a las instituciones de la Comunidad de Madrid había “un Gobierno que estaba haciendo lo que le daba la gana durante 20 años”. Ha recordado que hoy la expresidenta regional por el PP, Esperanza Aguirre, comparece en la Comisión de la Corrupción, “una comisión que impulsó Ciudadanos”. Rivera ha querido así “destacar el trabajo” de su delegación en Madrid, con Ignacio Aguado a la cabeza del partido naranja en la Asamblea regional.
“Hay un antes y un después desde la llegada de Ciudadanos, especialmente en la Comunidad de Madrid”. Para Rivera, Aguado es “la persona que representa un cambio que obliga al diálogo y a entenderse a pesar de discrepancias”, ha sostenido en un desayuno en el Fórum Nueva Economía, donde ha sido el encargado de introducir al portavoz madrileño.
“España ha pedido cambio pero también nos ha pedido diálogo”, ha insistido el presidente de la formación, subrayando que el pacto de investidura por el que Ciudadanos aupó a Cristina Cifuentes es un ejemplo de cómo vehicular la fórmula que Ciudadanos reclama ahora a nivel nacional.
“La Asamblea de Madrid era un teatrillo entre Ignacio González y Tomás Gómez”, ha sostenido Ignacio Aguado, portavoz naranja en la cámara regional. Saca pecho porque su grupo haya llegado a las instituciones madrileñas “sin pedir cargos ni Consejerías”: “Cuando llegas pidiendo reformas y no sillas cambias el paradigma tradicional en política”, ha sostenido en alusión a las peticiones de Podemos ante un posible pacto de Gobierno central.
Aguado cree que Ciudadanos ha hecho posible la participación de la oposición en Madrid por primera vez en dos décadas, e insiste en que su partido “está llegando a acuerdos en función de qué se propone” y no sobre la procedencia de la propuesta. “Si la idea es buena, pues habrá que aprobarla, venga de donde venga”, ha remachado.
Sobre la corrupción en el PP de Madrid, que copa titulares después de que agentes de la UCO registraran despachos en la sede de Génova, Aguado insiste en que se trata de un pasado que Ciudadanos trata de evitar en el presente: “Lo que estamos viendo ahora es el antes de que Ciudadanos entrara en política. Una época de impunidad donde la corrupción ha campado a sus anchas”. A día de hoy, Aguado defiende que su partido está siendo “contundente desde el primer día”, creando una Comisión de la Corrupción en Madrid “que incluso Podemos no veía necesaria”.
Sobre si las nuevas sospechas de financiación ilegal del PP de Madrid podrían condicionar el entendimiento con Ciudadanos, Aguado insiste en que “nuestra función es la de exigir responsabilidades políticas y dejar a los jueces las responsabilidades penales”. Algo avalado por Rivera, que trasladando el debate a nivel nacional quiere ser “realista”: “Ojalá Ciudadanos tuviera una mayoría absoluta, pero la realidad es que el PP tiene 7 millones de votantes y el PSOE 5 millones y medio”, ha recordado.
Insiste en que con sus 40 escaños “es difícil hacer mucho más de lo que hacemos”. Vuelve a atacar a Mariano Rajoy porque “los que no pueden limpiar su partido no pueden limpiar España”. Pero Ciudadanos quiere tender la mano al PP y preguntarle si “quiere quedarse fuera de esta segunda transición, en un rincón, pensando en la agenda de su presidente”, o si prefiere sumarse a un gran pacto de transición como el que propone Rivera.
