La UE tardaría 193 años al ritmo actual en reubicar a los refugiados previstos

Refugiados

La UE tardaría 193 años al ritmo actual en reubicar a los refugiados previstos

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Solo 272 personas han sido trasladadas desde Italia y Grecia. Dinamarca, Suecia y Alemania anuncian controles fronterizos para rechazar más llegadas y acusan a la UE de inacción para repartir responsabilidades. Tras ocho meses de cumbres y debates en el seno de la UE, Europa solo ha conseguido reubicar a 272 personas demandantes de asilo, de las 160.000 a las que se comprometieron los estados miembros. Esto supone que, de seguir a este ritmo, se tardaría 193 años en trasladar a las personas fijadas en el programa.

Según las últimas estadísticas de la Comisión Europea, 82 refugiados fueron trasladados desde Grecia, país que ha experimentado la llegada de 850.000 personas a lo largo de todo 2015. Otras 190 fueron reubicadas a Finlandia, Alemania, Suecia, Francia, España y Portugal desde Italia, otro de los grandes focos de llegada.

Sumándolas de nuevo, el resultado es el mismo: un triste 0,17% del total de personas al que la UE se comprometió a acoger y reubicar formalmente en otros países miembro para aliviar la presión de Hungría, Grecia e Italia y repartir la responsabilidad por todo el continente. España ha acogido hasta la fecha a 18 refugiados, procedentes de Italia, y solo ha aportado el 1,1% de los fondos europeos dispuestos hasta el momento para intentar paliar la crisis de los refugiados, según informa InfoLibre.

La burocracia europea muestra su peor cara en unos meses también protagonizados por la alarma terrorista tras los atentados de París. Trabajadores humanitarios y expertos en migración solo son capaces de expresar su frustración que también experimentan los funcionarios en Bruselas por los obstáculos físicos, pero sobre todo políticos, del plan de reubicación que tanto esfuerzo costó firmar hace unos cuatro meses.

Lejos de avanzar, solo se vislumbran retrocesos en un programa que ya se puede calificar de fracaso: Dinamarca, Suecia y Alemania han anunciado el refuerzo de controles fronterizos temporales para frenar la llegada de refugiados a sus territorios, a falta de una respuesta europea que reparta el peso de la crisis de refugiados entre todos los firmantes del acuerdo.

Los ministros de exteriores de los tres países se reunieron el pasado miércoles para poner en duda la sostenibiliad del espacio Schengen, de libre circulación de personas en la UE. A pesar de reconocer la vigencia de tal espacio, justifican los controles fronterizos para evitar que más refugiados sigan entrando, extra oficialmente, a sus territorios. Además insistieron en la necesidad de «compartir responsabilidades» entre todos los países de la Unión.

«No queremos ser el destino final de miles y miles de solicitantes de asilo», declaraba la ministra danesa de Inmigración e Integración, Inger Støjberg, que también ha subrayado la necesidad de «soluciones europeas» para responder a la crisis.

Mientras tanto, concluye un año en el que más de un millón de personas han cruzado el Mediterráneo huyendo de la guerra o la miseria. Más de 3.700 de ellas murieron en la travesía, según datos de la Organización Internacional de las Migraciones.

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