Ciudadanos: de dar la campanada en Cataluña a ser decisivo en la carrera por La Moncloa

Especial XXIV Aniversario

Ciudadanos: de dar la campanada en Cataluña a ser decisivo en la carrera por La Moncloa

Albert Rivera, presidente de Ciudadanos

El partido de Albert Rivera se ha convertido en la segunda fuerza política en el Parlament y en una formación clave en la configuración del próximo Gobierno. Ciudadanos podría decir tranquilamente que este 2015 es su año. La formación que lidera Albert Rivera está en su momento más dulce. En estos últimos meses ha pasado de ser un partido claramente de ámbito catalán a expandirse por toda España y contar con representantes en la mayoría de parlamentos autonómicos y en los ayuntamientos con más ‘peso’ del país. Incluso, se ha ‘colado’ en la carrera por la Presidencia del Gobierno convirtiéndose en una pieza clave en las futuras negociaciones para elegir quién tomará las riendas del nuevo Ejecutivo.

Las elecciones autonómicas y locales del 24 de mayo marcaron un antes y un después en Ciudadanos. La formación naranja pasó a ser un partido nacional y entró en el Parlamento de Andalucía con nueve diputados, en la Asamblea de Madrid con 17 parlamentarios o en las Cortes Valencianas con 13 representantes, entre otras cámaras regionales. Unos comicios que impulsaron a los de Albert Rivera a tener incluso un papel protagonista a la hora de confeccionar los nuevos gobiernos autonómicos.

Y es que la popular Cristina Cifuentes gobierna la Comunidad de Madrid gracias al apoyo de Ciudadanos, que por otro lado no ha tenido reparos en respaldar la investidura de la socialista Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía.

Los éxitos de Ciudadanos el 24 de mayo no acabaron aquí, ya que también se hizo un ‘hueco’ en los ayuntamientos. Entre ellos, en los consistorios de Madrid (7 concejales), Barcelona (5 concejales) o Valencia (6 ediles). A todo esto hay que sumar los resultados que la formación naranja cosechó en los comicios que el 27 de septiembre se celebraron en Cataluña. En pleno desafío soberanista por parte de Artur Mas y ERC, y con un PP volcado en su discurso más radical, los de Albert Rivera sacaron petróleo.

Ciudadanos fue la segunda fuerza más votada con 25 escaños y su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, se ha convertido en el principal ariete contra la ‘hoja de ruta’ de los independentistas.

El reto que se ha puesto Ciudadanos y, en especial, Rivera son las elecciones generales del 20 de diciembre. El barcelonés encabeza la lista del partido a la Presidencia del Gobierno y puede ser clave para los pactos postelectorales. Tal es así que El País, en un sondeo publicado el pasado 1 de noviembre, situaba a esta formación por delante incluso del PSOE en porcentaje de votos, aunque no así en número de escaños. Según el diario de Prisa, las generales serían cosa de tres y no de dos, como hasta ahora.

Otras encuestas como el último CIS son menos optimistas. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas otorgaba a Ciudadanos el 14,7% de los votos. La formación naranja sería tercera fuerza política superando a Podemos, que obtendría el 10,8% de las papeletas.

Más allá de las encuestas, Rivera y los suyos tienen algunos problemas que resolver antes de la cita en las urnas del 20 de diciembre: sus promesas electorales, que despiertan profundas críticas.

Su reforma fiscal incluye una subida del IVA para el agua o el transporte, que pasarían de estar gravados con el 10% actual al 18%, a lo que hay que añadir que su apuesta para eliminar el Senado y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no ha gustado a muchos. La propuesta de suprimir el órgano de gobierno de los jueces ha ‘levantado en armas’ a las asociaciones de magistrados, totalmente contrarias a este tipo de medidas.

Ciudadanos despierta, al igual que Podemos, simpatías y antipatías a su paso.

Más información