“Ha pesado mi apoyo a Tomás Gómez y Juan Segovia”, ha explicado el hasta ahora portavoz municipal de los socialistas madrileños sin lamentarse por ello. Antonio Miguel Carmona se enroca en la portavocía de los socialistas madrileños en el Ayuntamiento de Madrid de la que ha sido relevado. El político reta a la dirección del PSOE a “cesar a la mitad del partido” por los débiles resultados obtenidos en las elecciones del pasado mayo, argumento que la nueva cúpula del PSOE-M emplea para justificar su destitución.
En declaraciones al espacio ‘Más vale tarde’ de La Sexta, el que fue candidato socialista a la Alcaldía de Madrid ha denunciado la falsedad de los motivos señalados por la nueva secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, para su destitución. En su opinión, el argumento que más ha pesado es “sin lugar a dudas” su apoyo a Tomás Gómez.
Además, ha destacado que tanto él como sus afines “veníamos barruntándolo desde hace tiempo”. Un periodo que Carmona ha fijado más adelante incluso en los últimos “ocho meses”, es decir desde que se comenzó a hablar abiertamente de la posible destitución del exalcalde de Parla como líder del entonces PSM. “Ha pesado mi apoyo a Tomás Gómez y Juan Segovia”, ha explicado sin lamentarse por ello.
El recién relevado por Purificación Causapié, ha anunciado además su intención de permanecer como concejal en la oposición del Ayuntamiento de Madrid tras su destitución como portavoz de su bancada. Ha descartado así acceder al ofrecimiento de Ferraz de entrar en el Senado. “Como no tengo precio, no voy a aceptar un cargo de supuestamente mayor rango”, ha sentenciado.
Por si el órdago a la recién estrenada dirección del partido en Madrid, Carmona ha aprovechado la última de sus muchas apariciones televisivas para exhibir “el apoyo de todos los militantes y de tantos que además me han llamado”. Después de definirse como “concejal de base y militante” ha afirmado que “no voy a bajar la espalda”, en alusión a que no va a permitir que se le apee del cargo sin más.
En cuanto al ofrecimiento de un puesto como senador, ha criticado que la dirección nacional y la regional de Sara Hernández, solo le puede ganar “haciendo cosas por los madrileños y hasta con una simple sonrisa”, no con mejoras personales. En este sentido ha subrayado que el PSOE es un partido “evidentemente dividido”. Palabras de dura crítica tras las que ha explicado que su intención no es “ayudar a que esa división sea mayor, simplemente a poner negro sobre blanco mi dignidad”.
