La Operación Chamartín, Campamento, Calderón, Canalejas, el centro comercial de Madrid Río y el derribo del Edificio España quedan en suspenso. El nuevo escenario político que se abre en el Ayuntamiento de Madrid tras el éxito electoral de Manuela Carmena genera nerviosismo en las grandes empresas implicadas en los grandes proyectos urbanísticos en marcha.
El hecho de que Ahora Madrid haya prometido una ‘enmienda a la totalidad’ a los planes urbanísticos de Ana Botella para la capital abre un escenario de incertidumbres a las compañías que -como BBVA, Constructora San José u OHL, FCC o Grupo Wanda…- están detrás de las macroperaciones que el PP de Madrid quiso dejar bien atadas antes de las elecciones del 24 de mayo.
El número dos de Manuela Carmena, Ignacio Murgui, ya anunciaba a primeros de abril en una entrevista a ElBoletin.com que Ahora Madrid, si accedía a la Alcaldía, pondría en cuarentena estas grandes operaciones urbanísticas resucitadas por Ana Botella adelantando que revisarán uno por uno todos estos proyectos y que incluso los frenarán.
La Operación Campamento, la de Mahou-Calderón, Canalejas, el derribo del Edificio España, el centro comercial de Madrid Río y, por último, la macro-operación Chamartín son algunas de las grandes actuaciones urbanísticas que el número dos de la candidatura ciudadana dijo se “pondrán sobre la mesa para estudiarlos con detenimiento en el caso de que Ahora Madrid se haga con la Alcaldía”,
El número dos de Ahora Madrid garantizó que “se va a ver si estos proyectos van a ser útiles para los vecinos o si responden a los intereses de los grupos financieros que han controlado el mercado inmobiliario y a las administraciones que han trabajado para ellos”, algo que dejaban meridianamente claro en su programa en que prometen: “retirar el Plan General de Ordenación Urbanística elaborado por el PP y paralizar las operaciones urbanísticas ‘especulativas de expolio de suelo y patrimonio público’”.
Recordando la mano derecha de Carmena que como expresidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm) conoce bien las alegaciones que los colectivos vecinos realizan a dichas actuaciones.
