El PP también necesita a Ciudadanos para mantener cinco diputaciones

24 M

El PP también necesita a Ciudadanos para mantener cinco diputaciones

Sede del PP

Los populares solo obtienen mayoría absoluta en 12 provincias, frente a las 25 de 2011 El Partido Popular solo obtiene mayoría absoluta en 12 diputaciones, frente a las 25 de 2011, y necesitará el apoyo de Ciudadanos para gobernar en otras cinco provincias. Además, podría controlar Lugo y Teruel con apoyo de partidos regionales.

Los populares pierden el control en diputaciones emblemáticas para el partido como Valencia y Pontevedra, y se dejan en estas municipales el dominio de otras seis provincias fuertes, perdiendo Cádiz, Albacete, Córdoba, Granada, Sevilla y Zaragoza.

El principal beneficiado, el PSOE, que aunque solo obtiene mayoría absoluta en seis provincias, podría llegar a controlar al menos trece por la entrada de las candidaturas de unidad popular y Podemos.

El balance tiene una traducción económica demoledora. Las diputaciones son históricamente un preciado bocado para los partidos políticos por la gran cantidad de recursos que gestionan y el escaso poder fiscalizador que se ejerce sobre ellos. Los entes provinciales administran para este 2015 casi 8.000 millones de euros.

Las diputaciones son los órganos de gobierno de las provincias y se eligen de forma indirecta a partir de los concejales obtenidos en las elecciones municipales (a excepción de los consejos y cabildos, con sufragio directo). Su función es la prestación de servicios comunes para distintos municipios, aunque durante los últimos años ha sido refugio idóneo de la corrupción, precisamente por la opacidad de su gestión. Por esto, las fuerzas emergentes en la política española –como Podemos o Ciudadanos– abogan claramente por su supresión.

Además, el poder económico y político de las diputaciones ha crecido durante la última legislatura, con la asunción de competencias de localidades menores de 5.000 habitantes a las que la crisis demandó una gestión más económica o que fueron incapaces de seguir financiándose por sí mismas.

La supresión de las diputaciones es una reclamación histórica de los partidos de izquierdas y otros sectores de la sociedad civil, por ser una de las instituciones que más gastan en su propio mantenimiento en proporción al dinero que administran. Queda por ver el futuro de una de las figuras administrativas más antiguas del país ahora que entran en escena fuerzas políticas abiertamente contrarias a su diseño actual.

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