Luis García Montero lamenta que la imagen de Madrid sea la de una ciudad cortesana, gris y sometida. Luis García Montero no tiene pelos en la lengua. Y menos aún, si se trata de Esperanza Aguirre. El candidato de IU a la Comunidad de Madrid en las elecciones del domingo no entiende que “una señora se dé a la fuga en medio de la Gran Vía, arrolle a un guardia municipal y a su moto y que haya un juez que diga que eso no es delito” y advierte a la ‘lideresa’ que “por fortuna no funciona aquí la policía como en otros países”.
Así lo señala el poeta en una entrevista a ElBoletin.com en la que recuerda que la actual candidata del PP a la Alcaldía de la capital “llegó al poder porque las tramas especuladoras del urbanismo madrileño compraron a dos diputados del Partido Socialista para hacer inviable un gobierno de izquierdas, el famoso tamayazo”. “Desde entonces”, señala Montero, “el Ejecutivo de Madrid gobernado por el PP ha estado envuelto en todo tipo de tramas y ella es la máxima responsable”.
Aguirre no es la única protagonista en esta conversación, ya que el poeta carga por igual contra Podemos y Ciudadanos, tras los que, según el cabeza de lista de Izquierda Unida, están las “élites económicas”.
Montero es un hombre de ideas claras. Tal es así, que ya sabe incluso qué va a desayunar el día de las elecciones: zumo de naranja, unas nueces, un café, unas tostadas con aceite y un yogurt. “Eso por lo menos me hace empezar el día con optimismo”, señala el candidato.
-¿Qué lleva a un poeta a dar un paso al frente y aceptar ser el candidato de IU a la Comunidad de Madrid?
Hay razones personales y razones de compromiso cívico. Vivimos en una situación difícil, la crisis ha servido como excusa para desmantelar buena parte de los servicios públicos y los derechos laborales y, además, la vida se ha empobrecido de manera notable con clases muy golpeadas y clases trabajadoras empujadas a situaciones de extrema necesidad. En este momento, la conciencia cívica de la gente cobra protagonismo.
Desde mi punto de vista personal pesa que yo soy militante de IU desde 1986. Izquierda Unida vivía una situación de dificultad después de que la candidata elegida para la Comunidad decidiera pasarse a Podemos y abandonar IU -en referencia a Tania Sánchez-. Eso creó una situación de urgencia y los compañeros del Consejo Político de IUCM me pidieron por unanimidad que me presentara a las elecciones. Si hubiese sido una situación más fácil desde el punto de vista social y para IU, ni los compañeros me lo hubieran pedido ni yo hubiera dicho que sí, pero el momento es difícil y si me llamaban al terreno de juego no podía decir ‘no’ a mi organización.
Me hubiese sentido mucho peor si hubiese dicho que ‘no’ y no hubiese acudido a la llamada de mi gente.
-¿Cuáles son los principales problemas que tiene la región?
Las políticas de los gobiernos del PP en Madrid han generado una desigualdad extrema, han servido para enriquecer a una élite de 14.000 personas a costa de empobrecer a la inmensa mayoría de los madrileños. Esto ha generado la degradación del trabajo. Estamos conviviendo otra vez con una figura propia de la dictadura que es el pobre con empleo. Para estar en riesgo de exclusión social antes no tenías que tener empleo, ahora hay unos sueldos tan bajos y contratos tan inestables que ha regresado esta figura.
Por otra parte, el desmantelamiento del tejido industrial de Madrid ha generado una caída del consumo y que haya más de 600.000 personas paradas. Lo más grave es que de ellas, 400.000 no reciben desde hace tiempo ningún tipo de prestación.
Cuando hablas con las organizaciones sociales, cuando vas a las parroquias que están comprometidas en la lucha contra la pobreza, cuando hablas con los sindicatos palabras como hambre o desnutrición infantil no son una exageración de la realidad.
Desde que empezó la política de privatización del Canal de Isabel II se ha cortado el agua a más 73.000 domicilios de Madrid por falta de pago y el agua es un derecho humano.
Estamos en una situación de verdadera dificultad que se resume en las dos clases de la tradición de lucha de IU: el desmantelamiento de los servicios públicos y la pérdida de salario digno y trabajo decente.
-Entonces, se necesitaría un plan de choque.
Desarrollar la Ley de Derechos Vitales básicos que planteó IU y que no aprobó la Comunidad. Hay que asegurar la buena alimentación de la infancia, paralizar los desahucios, defender el derecho a la vivienda y apoyar de manera tajante todos los servicios sociales y desarrollar la ley de dependencia.
Por otra parte, nosotros planteamos la creación de 100.000 puestos de trabajo para parados de larga duración que llevan tiempo sin recibir ningún tipo de prestación. Eso se puede conseguir a través de convenios entre ayuntamientos y Comunidad empleando bien el dinero que se recibe de Europa.
Asimismo, soy partidario de una oferta de empleo público que recupere los 8.000 puestos de trabajo que ha perdido la Sanidad de Madrid y los 7.500 puestos que ha perdido la Educación pública. Eso para empezar, ya que a largo plazo hay que impulsar planes de empleo que sirvan para regenerar el tejido industrial de Madrid, porque se han perdido más de 90.000 empleos. Es la mejor manera de combatir ese contrato basura de un fin de semana a costa de un salario miserable.
-En cuanto a la oferta pública en Sanidad, ¿qué va a hacer IU con la privatización de los hospitales?
Según los estudios que hemos hecho y que tienen que ver con las organizaciones civiles, para ponerse a caminar hay que tomar conciencia de lo que se ha perdido. Sería un gran paso y algo que se puede hacer con los presupuestos actuales sería volver a lo que se tenía en 2009 y después trabajar hacia adelante. Empecemos con recuperar lo que se tenía en 2009 y no habría que renunciar a los 8.000 trabajos que se han cancelado en Sanidad desde ese año.
Es prioritario formar una mesa de auditoría y estudio jurídico que analice caso por caso todos los procesos de privatización que ha hecho el PP. Me consta que algunos pueden revertirse inmediatamente; otros con facilidad también, ya que muchos de los compromisos adquiridos por las empresas no se están cumpliendo y podríamos denunciar; y aquellos que tengan más trabas jurídicas o económicas, analizar un plan de viabilidad para recuperar lo antes posible todo lo privatizado.
-¿Esperanza Aguirre e Ignacio González han dado la espalda a los ciudadanos?
La política del PP ha sido una política basada en la desigualdad. La manera de organizar la economía, las medidas aprobadas han estado encaminadas a favorecer a las élites. No tiene ningún sentido que se recorten 28 millones de euros en becas para que estudie la gente con renta baja y se empleen 30 millones en subvencionar uniformes para colegios privados y concertados en manos de la Iglesia católica. El gasto hay que pensarlo de otra manera.
Tampoco tiene sentido borrar el impuesto de sucesiones o patrimonio tratando como si fuese lo mismo heredar un piso de 200.000 euros que un edificio de cinco millones de euros. Hay que equilibrar la fiscalidad. Sería muy contraproducente apretar el cinturón a clases medias y más necesitadas, pero se le puede exigir que contribuyan más aquellos que han acumulado mucho dinero. A los grandes patrimonios y fortunas hay que proponerles una democratización de los impuestos y a la hora de los beneficios fiscales o rebajas no tiene mucho sentido que las empresas de Madrid que estén facturando al año más de 45 millones coticen menos que las pymes. No tiene ningún sentido. Si la ley permite subir hasta el 30% la cotización de las empresas que factura más de 45 millones de euros al año, se le puede subir perfectamente del 23% al 30%.
-Una de las medidas más polémicas de la Comunidad es la venta de viviendas públicas a fondos buitre. ¿Se podría revertir la venta? ¿Se podría blindar el Ivima de este tipo de operaciones?
Una de las reuniones que más me han conmovido de la campaña política es la que tuve con una familia en Vallecas afectada por la venta de vivienda a los fondos buitre, que ya tiene narices que una institución pública pierda el corazón y la capacidad de compasión hasta el punto de poner en manos la vivienda de los vecinos en un fondo buitre que se especializa en especular con los problemas de la gente y la miseria. El problema no es que se venda la vivienda, sino que se pierde la subvención del alquiler y se encuentra de golpe y porrazo en dos meses con una orden de desahucio por no poder pagar el alquiler. Eso es tremendo y creo que tiene que ocupar un papel fundamental el parque de vivienda pública.
Paralizar la venta de todas las viviendas y poner en marcha esa mesa de estudios jurídicos para ver cómo se pueden recuperar y un plan de aprovechamiento de las viviendas que hay vacías en Madrid y que están en poder de los bancos. Hay que dar una alternativa inmediata habitacional a las familias que estén en peligro de desahucio.
-En los últimos meses la corrupción está protagonizando todas las portadas y muchas de las noticias atañen a Madrid. ¿Qué piensa usted cuando escucha a Esperanza Aguirre desmentir cualquier relación con Granados y dirigentes del PP salpicados por casos de corrupción?
Es tremendo. Ella llegó al poder porque las tramas especuladoras del urbanismo madrileño compraron a dos diputados del Partido Socialista para hacer inviable un gobierno de izquierdas, el famoso tamayazo, y desde entonces el Ejecutivo de Madrid gobernado por el PP ha estado envuelto en todo tipo de tramas y ella es la máxima responsable.
Es un acto de cinismo muy notable. Lo que sabrá esa mujer como para haber impuesto su candidatura a la Alcaldía de Madrid después de todas las tramas de corrupción que hay. En los últimos días Infolibre está publicando cómo muchas de las medidas que aprobó beneficiaban directamente a los negocios de su marido. Me parece una cosa escandalosa.
A mí se me cae el alma a los pies. Me parece que a esta mujer se le ha ido un poco la pinza y el PP se permite estas cosas, me da la impresión, porque ha dejado de ser una solución útil para las élites del dinero. Estas élites dan por perdido al PP en el estado de descomposición en el que está y han convertido Ciudadanos de un partido minoritario catalán en una opción de Estado porque se han dado cuenta de que el PP ya no les sirve.
Frente a la corrupción, primero hay que apoyar a la Justicia, darle la independencia necesaria y los medios suficientes, pero estamos en un punto tan grave que ni siquiera eso es suficiente. El bipartidismo ha invadido también las instituciones y los órganos de poder judicial han pertenecido mucho a la lógica bipartidista y uno se lleva sorpresas realmente impresionantes.
Que en la Comunidad una señora se dé a la fuga en medio de la Gran Vía, arrolle a un guardia municipal y a su moto y que haya un juez que diga que eso no es delito… Por fortuna no funciona aquí la policía como en otros países, porque eso ocurre en Estados Unidos y Aguirre hubiera sido tiroteada en plena calle y no hubiera llegado a su casa. Por fortuna, aquí no se ha llegado a esos extremos.
Creo que aparte de independencia judicial, mientras se consigue, hay que crear una Oficina de Lucha contra la Corrupción que vincule a todos los partidos y a la Asamblea de Madrid, con miembros independientes, que hagan posible que haya un espacio en el que los funcionarios y los ciudadanos sepan que se está vigilando la transparencia en el gasto público y las buenas prácticas de sus políticos.
-Baltasar Garzón, Cristina Almeida, Joaquín Sabina, Miguel Ríos… Todos le han transmitido su apoyo.
Para mí es importante que ese apoyo tenga un marcado espacio dentro de la izquierda y de la política. Gente como Garzón o Almeida, que ahora apoya a IU, estuvieron en contacto con el PSOE y otras personas como Agustín Moreno que han tenido siempre una apuesta clara por Izquierda Unida y la tradición del Partido Comunista.
Ahora, en el proceso de regeneración democrática, es importante mantener unas señas claras de identidad de la izquierda que no se confunda con el funcionamiento del bipartidismo. Los valores de la izquierda son fundamentales. En eso están participando personas también de la cultura como Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Benjamín Prado.
Hace años Madrid era referente por su energía creativa, por su energía social y capacidad de transformación en toda Europa y Latinoamérica. Ahora, la imagen es la de un Madrid burócrata, ciudad cortesana, gris, sometida, es una imagen falsa. La verdadera cara de Madrid es la de las Mareas que han luchado contra las políticas de desigualdad y privatización.
-Además de Ciudadanos, a estas elecciones se presenta Podemos.
Podemos surge en un momento de indignación de la crisis y en un momento de cultura neoliberal donde se ha impuesto en el pensamiento algunos ejes propios de esta cultura como que se ha acabado la ideología, no se habla de izquierdas o derechas y conviene gestionar las cosas. Hay una versión tecnócrata de la sociedad progresista que es la de no somos de izquierdas ni de derechas, lo único que queremos es gestionar de otra manera.
Por otra parte, el decir que se ha acabado la ideología invita a que el pensamiento del recambio y transformación no se convierta en disputa de ideas, sino en la pelea entre lo joven y lo mayor como si cambiar la dirección de un partido se solucionara todo con la edad.
Una izquierda transformadora necesita estar en continuo proceso de transformación y creo que IU tiene que hacer autocrítica y que hizo cosas mal que no le acercaron a las nuevas formas políticas que estaba exigiendo la sociedad. Buena parte de todos los valores más profundos que hacen falta para una verdadera transformación los tenía ya Izquierda Unida.
Podemos surge de esta dialéctica y enseguida comprende que hay mucha gente indignada y que necesita recoger el voto de la indignación. IU no se plantea tanto ese voto como seguir luchando contra el modelo que produce la crisis y esa indignación.
En un momento determinado Podemos decide convertirse en un partido de carácter populista jugando con los sentimientos de indignación y por eso se plantea que no es de derechas ni de izquierdas y que representa a todo el mundo. Buena parte de la dirección y del pensamiento político de Podemos comparte muchos valores con IU.
A las élites económicas les venían muy bien Podemos para fragmentar a la izquierda, para decir que ‘vienen los bárbaros’ y lo utilizaba muy bien una parte de la cúpula conservadora del PSOE para defender una gran coalición como en Alemania. Por eso ayudaron mucho en sus medios de comunicación a la expansión de Podemos, pero se les va de las manos y se encuentran ante un peligro no previsto y sobre la marcha se inventan un Podemos de derechas que es Ciudadanos. De esta manera, han generado una situación de bipartidismo fragmentado.
-En este escenario, ¿García Montero estaría dispuesto a pactar tanto con Podemos como con el PSOE?
En Madrid, sí. En la situación actual, en 2015 y después de tantos años de gobiernos del PP creo que muchos ciudadanos nos exigen el compromiso de expulsar al Partido Popular. Es una tarea prioritaria. Con los votos que tenga cada formación hay que sentarse a hablar para configurar una mayoría que expulse al PP.
Eso se puede hacer de muchas maneras. Se puede entrar en un gobierno o se puede participar en una mayoría parlamentaria con pactos puntuales. Yo tengo poco interés en ocupar cargos. El sillón que más me gusta es el de la librería de mi casa, pero sí que me gustaría que el aire de la Marea Blanca o la Verde entre en las instituciones.
Por ello, lo importante es configurar una mayoría en la Asamblea que expulse al PP de las instituciones y con un sector muy amplio del PSOE y de Podemos IU se puede hablar perfectamente. Hay en la dirección del Partido Socialista quienes a lo mejor estarían más cómodos con una gran coalición, pero la inmensa mayoría de los cargos y los militantes son más partidarios de gobiernos de izquierda y estoy convencido de que Podemos en Madrid no puede permitir que el PP gobierne así que nos sentaremos a hablar.
-Entonces, ¿no le veremos en una consejería?
No se puede decir que no estaré, porque depende de la situación. Si para que haya gobierno de la izquierda tengo que estar en una consejería, estaré en una consejería. Si puedo estar en la calle visitando los conflictos sociales, seguiré estando en la calle, pero si hay que dar la cara en otro sitio la voy a dar.
-La unidad ha brillado por su ausencia las últimas semanas en IU. En especial con todo lo relacionado con la candidatura de Raquel López al Ayuntamiento de la capital.
Hay una ruptura en el Partido Comunista de Madrid (PCM) que se ha extendido después a IUCM, porque el sector que controla ahora el PCM no acepta que perdió una asamblea y que no dirige la coalición. Eso ha generado sobre todo una situación de mucha inestabilidad y muchas tensiones en el seno del Partido Comunista de Madrid. Un sector apoyó la decisión de IU regional y otro no. Cuando Mauricio Valiente decide dejar la coalición y presentarse por el partido instrumental de Podemos, IU tiene que buscar una alternativa y se elige a Raquel López.
Entonces, lo que se ha producido es una situación en la que una parte de la dirección federal no ha querido ni respaldar ni rechazar a López para no provocar la ruptura en el interior del Partido Comunista de Madrid. Y esa es la tensión que se ha vivido.
Por ejemplo, Alberto Garzón tiene a un sector del PCM apoyando a la candidata a la Alcaldía y a otro sector en la jugada de llevar a IU hacia Podemos y, en concreto, a Ahora Madrid, y no ha querido respaldar a López para no romper con el otro sector.
-Envíe un mensaje a los madrileños de cara a las elecciones del domingo.
Pido el voto a los madrileños porque una sociedad alegre es aquella en la que los padres y las madres sabemos que nuestros hijos van a vivir mejor que nosotros y eso no ocurre hoy en Madrid. Es necesario recuperar la alegría. Por eso, hay que salir de la crisis no haciendo que el dinero se mueva para que los que tienen más ganen más a costa de los pobres, sino para que la economía se democratice y se generen dinámicas de igualdad y eso se consigue con políticas de izquierdas.
