Las pruebas ideadas por el ministro de Educación y que contempla la LOMCE empiezan esta misma semana y se desarrollarán a lo largo del mes de mayo en todo el país. Las pruebas externas que ha implantado José Ignacio Wert en la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), y que esta semana comienzan para los niños de 3º de Primaria, siguen sumando críticas. La oposición de los padres y los profesores a estas reválidas es tal que incluso han llamado a la insumisión a las familias para que no lleven a sus hijos al colegio el día del examen.
Según indica CCOO, estas pruebas que en los próximos cursos se implantarán en 6º de Primaria, 4º de ESO y 2º de Bachillerato -niveles en los que condicionarán la promoción de curso-, no sirven a los intereses de detección de problemas o de mejora de procesos como se ha esforzado en ‘vender’ el Ministerio de Educación. Más bien al contrario, ya que a su juicio se utilizarán “como instrumento para legitimar la clasificación del alumnado y la exclusión de los estudiantes más desfavorecidos”, al tiempo que se “minimiza la responsabilidad del sistema en su fracaso” y se “estigmatiza a los centros educativos y a los profesionales que trabajan en ellos”.
Por su parte, UGT se expresa en los mismos términos, resaltando que una prueba de este tipo debe servir como herramiento para “valorar el grado de mejora de la educación”, por lo que “debe ir acompañada de un compromiso con dicha mejora” porque de otra forma se quedará “en un mero análisis o en elaboraciones de rankings”.
El sindicato cree que la prueba de 3º de Primaria acabará siendo “un examen para medir contenidos curriculares y no una evaluación de competencias”. Es decir, que será “una calificación o expresión del grado de suficiencia o insuficiencia de los conocimientos adquiridos por el alumno”, y no una prueba “diagnóstica” y “orientadora” sobre los problemas y dificultades existentes que permita “analizar las causas y reconducir los desajustes”.
Y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) ha expresado en más de una ocasión sus dudas sobre “el objetivo real” de estas pruebas de 3º de Primaria y de la intención de publicar los resultados de las mismas. El Ministerio de Wert, “con el argumento de comprobar el grado de adquisición de competencias, en un escenario de recortes sin precedentes en la educación pública, impone a través de la LOMCE el dudoso objetivo de medir la calidad mediante una prueba común y el oscuro empeño de hacer públicos los resultados”, dice el colectivo.
Es por ello que ahora han decidido llamar a la insumisión a las familias para que eviten, si así lo desean, que sus hijos realicen estas pruebas. Según recoge Servimedia, el presidente de la CEAPA, Jesús Salido, a día de hoy se desconocen las consecuencias de estos exámenes para los estudiantes, por lo que “animamos a quienes tengan dudas a que sus hijos no lo realicen”.
Para ello, los padres proponen dos posibilidades: las familias podrán entregar un documento en el que desautorizan al centro a realizar la prueba a su hijo, o permitir que éste se quede en casa y justificar su inasistencia por una decisión familiar referente al derecho a la educación, como en el caso de las huelgas.
“Queremos saber si esta prueba constará en el expediente, si servirá para pasar de curso y qué medidas tomarán los centros como resultado de ellas”, ha remarcado Salido.
