Toni Cantó vuelve a cargar contra la líder magenta al exigir que los militantes hablen, porque “los votantes ya lo han hecho”. La crisis en el seno de UPyD va a más. Los críticos con la dirección de Rosa Díez y su equipo que exigen su dimisión son cada vez más numerosos y ruidosos. Mientras tanto la portavoz de la formación magenta ha vuelto a insistir este sábado en mantenerse en su puesto defendiendo que su retirada sería el “mayor mal” para el partido de cara a este curso cargado de llamadas a las urnas.
Un discurso que se ha repetido en el de los afiliados fieles la fundadora del partido, que han puesto todo su esfuerzo en restar importancia al naciente cisma que este sábado ha vuelto a azuzar el diputado Toni Cantó. Así, el Consejo Político convocado de forma extraordinaria tras el batacazo de las elecciones andaluzas ha sido el escenario en el que los cabezas visibles de UPyD han aprovechado para tomar partido en la creciente crisis que divide a sus militantes.
No obstante, finalmente la líder de la formación ha salido reforzada al conseguir el apoyo de 82 de los militantes llamados al Consejo Político frente al rechazo de sólo 38 magentas y la abstención de otros dos para su proyecto y su equipo. Díez ha accedido a celebrar un nuevo cónclave extraordinario tras la celebración de las próximas autonómicas y municipales con el objetivo de analizar resultados y redefinir estrategias si fuese necesario y mientras se mantenga siempre la identidad e independencia de la formación.
Una vez más, las palabras más críticas han salido de la boca de Toni Cantó, diputado de la formación y candidato a la Presidencia de su Comunidad Valenciana natal. Sin embargo, esta vez no ha sido el único en alzar la voz contra su jefa Rosa Díez. El portavoz de UPyD en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, también ha dado un paso al frente para pedir la dimisión en bloque del actual equipo directivo.
En su discurso a la entrada del cónclave de urgencia de los magentas, ha adelantado que votará en contra de retrasar hasta la reunión ordinaria del próximo junio cualquier cambio en la formación, tal y como ha propuesto el equipo afín a la fundadora. En esta misma línea se ha manifestado Cantó, al señalar que es la hora de que los afiliados hablen, porque en su opinión “los votantes ya lo han hecho” al dejar a UPyD fuera del Parlamento Andaluz en los comicios del pasado domingo 22 de marzo.
La llamada a las urnas de la región más amplia y poblada de España, Podemos y Ciudadanos consiguieron hacerse con quince y nueve escaños en la Cámara autonómica, mientras que los magentas no lograron alcanzar el corte mínimo para conseguir representación. Así, las críticas de este sábado se suman a las que desde hace una semana vienen vertiendo varias agrupaciones del partido así como algunos de sus miembros más destacados o en puestos de responsabilidad.
El caso más sonado ha sido el de UPyD en Aragón, que exigió sin rodeos la retirada de Rosa Díez y su equipo directivo. Sin embargo, el problema parece estar en quién podría formar parte de la comisión gestora que tomara el relevo a la fundadora y sus afines en caso de retirada. En este sentido, De Velasco ha comentado que ya sólo está “para presidir el Imserso”, en alusión a su decisión de no presentarse ya a las próximas elecciones en Madrid debido a sus 76 años de edad. El portavoz adjunto Andrés Herzog se ha mostrado dispuesto a asumir la dirección, pero no por ahora por los “condicionantes” existentes.
Rosa Díez, objeto de todas las miradas y corrillos, ha eludido hacer declaraciones a su llegada al cónclave y se limitaba a señalar que esta mañana estaba “bien, como todos”. Una afirmación que, según sus críticos, iría en la línea de la escasa autocrítica que se viene aplicando en el partido y de la que ya habría hecho gala en su rueda de prensa urgente del pasado lunes. El discurso de exsocialista fue entonces duramente criticado también por Cantó y otros militantes, entonces sobre todo a través de redes sociales.
De puertas para adentro, ha sido ya cuando Díez ha pedido perdón por no haber hecho toda la autocrítica que hubieran merecido los resultados en Andalucía, pero se ha enrocado en el puesto al defender que su dimisión sería el “mayor mal para el partido” y que está dispuesta a aguantar “todo lo que haga falta” para poner en valor su proyecto político de cara a todos los comicios que aún restan en el calendario de 2015: municipales, autonómicas en la mayoría de regiones y nacionales. Todo ello ante el galopante ascenso de Podemos y Ciudadanos, formación con la que se barajó un pacto global finalmente rechazado y que dio lugar a las primeras tensiones en la formación de la política vizcaína.
