Blesa pide que no usen sus correos para investigar las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid

Caso Blesa

Blesa pide que no usen sus correos para investigar las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid

El expresidente de Caja Madrid considera que sus correos electrónicos han sido “ilegalmente aprehendidos e ilegítimamente entregados a terceros”. Miguel Blesa ha solicitado al juez Fernando Andreu que anule sus correos electrónicos en la causa que investiga el uso de las ‘tarjetas black’ en Caja Madrid como pieza separada del ‘caso Bankia’. El expresidente de la entidad de ahorros madrileña considera que de permitir su uso vulneraría su derecho a la intimidad.

En un escrito remitido al magistrado de la Audiencia Nacional, al que ha tenido acceso Europa Press, el antiguo banquero pide la nulidad de pleno derecho de la providencia en la que acordó unir a la pieza de las tarjetas opacas una copia de la correspondencia electrónica mantenida entre varios altos directivos de la desparecida Caja Madrid obtenidos del informe realizado por la auditoría de PwC. La decisión en este sentido la tomó el pasado 26 de enero.

El expresidente de la entidad señala que no existe ninguna resolución judicial “ajustada a Derecho” que autorice el acceso y el mantenimiento por parte de Bankia de sus correos corporativos al frente de Caja Madrid. Asimismo considera que han sido “ilegalmente aprehendidos e ilegítimamente entregados a terceros”. Unos extremos de los que, según explica, ya advirtió a los asesores jurídicos de Bankia mediante un burofax a mediados del pasado diciembre.

Además, apunta que “nunca” trabajó para Bankia ni para su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que recientemente se ha registrado como sociedad tenedora de acciones en lugar de entidad financiera. Es por ello que señala que “en ningún momento” ha autorizado a Caja Madrid a depositar su correspondencia en los archivos informáticos de ninguna otra sociedad.

Por todos estos motivos considera Blesa que lo más procedente sería “expulsarlos de la causa” para evitar el contagio de las diligencias de investigación posteriores dado que el derecho al secreto de las comunicaciones protege cualquier mensaje con independencia de que su contenido sea íntimo o no.

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