La vicepresidenta del Gobierno dice que Eduardo Torres-Dulce se ha ido “por razones personales” y se limita a agradecerle su labor “a lo largo de este tiempo”. La vicepresidenta del Gobierno ha negado hoy que se haya producido cualquier tipo de desavenencia con Eduardo Torres-Dulce. Según ha indicado Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ya exfiscal general del Estado se ha ido “por razones personales”, algo que el Ejecutivo “respeta”, por lo que lo único que pueden hacer es agradecerle su labor “a lo largo de este tiempo”.
Santamaría ha remarcado que hoy el Gobierno ha admitido la petición de Torres-Dulce y ha propuesto a una candidata para el puesto, Consuelo Madrigal, por lo que a partir de ahora se inicia el proceso para la sustitución y se pasará la propuesta al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al Congreso para que se pronuncien al respecto. Y si dan su visto bueno, “el Consejo de Ministros lo aprobará definitivamente”.
Asimismo, la ‘número dos’ del Gobierno ha aseverado que “en España tenemos una Fiscalía que es una institución solvente y eso asegura la continuidad de la misma”, ya que hay un cuerpo de profesionales preparado para garantizar la continuidad del trabajo.
Presiones
Y ante las preguntas de los periodistas por las sospechas de que Torres-Dulce haya dejado su cargo por las presiones del Gobierno, un ‘sambenito’ que podría caerle a Consuelo Madrigal, Santamaría lo ha negado.
“Una persona con ese expediente, con tantos años al servicio de la carrera fiscal, creo que es suficiente para justificar un nombramiento que se ha hecho por su condición profesional. Antes de juzgar el trabajo de cualquiera, que se deje trabajar y después que se analice. Es un currículum absolutamente irreprochable, y tiene conocimientos en materias muy relevantes”, ha concluido la vicepresidenta.
