El juez de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid cree que confianza de los ciudadanos puede verse afectada si el castigo a los corruptos es blando. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid ha desestimado el recurso presentado por el expresidente balear Jaume Matas, que ha vuelto a insistir en que en los delitos de corrupción política el fin de la pena prevalece y, que la confianza de los ciudadanos en el propio sistema puede verse afectado por la blandura del castigo.
El juez señala de nuevo que no hay prueba alguna de la reeducación del recluso ni constatación en el cambio de valores, e indica como entre el auto de la Audiencia de Palma de Mallorca, denegando la suspensión de la pena, y la clasificación en tercer grado, lo único que media es una petición de indulto, de resultado frustrado, como último intento de no cumplir la pena; un ingreso en prisión en régimen ordinario por escaso tiempo; y una escasa participación en actividades, según informa elnortedecastilla.es
Además, frente al argumento esgrimido por la Defensa de Jaume Matas de no considerar los procedimientos del interno anteriores al ingreso en prisión, el auto del magistrado recuerda que la ley prevé casos en los que estos procedimientos sí que se contemplan pudiéndose incluso aplicar el régimen cerrado a los presos preventivos.
