El PSOE se encomienda a Pedro Sánchez tras el ‘adiós’ de Rubalcaba

Especial XXIII Aniversario

El PSOE se encomienda a Pedro Sánchez tras el ‘adiós’ de Rubalcaba

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE

El nuevo secretario general da un nuevo aire al Partido Socialista y logra, en poco más de tres meses en el cargo, convertirse en el líder nacional mejor valorado, según el último CIS. Las elecciones europeas del pasado mayo, y los malos resultados cosechados por el PSOE, pusieron punto y final a la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido y abrieron un nuevo tiempo, el de Pedro Sánchez. Economista y diputado raso en el Congreso, este joven socialista se hizo con la Secretaría General en un congreso a finales de julio por delante de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Desde ese día, Sánchez se ha esforzado por ser el líder del cambio que necesita el partido.

Un objetivo para el que el líder socialista ha revolucionado el PSOE de arriba a abajo, finiquitando la ‘era Rubalcaba’ con nombramientos tanto en Ferraz como en el Grupo Parlamentario, donde se ha rodeado de sus fieles. Y es que, tal y como afirmó nada más ser encumbrado en la Secretaría General, quiere que Mariano Rajoy sea un presidente del Gobierno de una sola legislatura. Y para ello se ha propuesto ‘recuperar la calle’.

Al más puro estilo Podemos, Sánchez ha lanzado al PSOE a recuperar la credibilidad perdida, ya sea con asambleas ciudadanas o con una intensa campaña de imagen que le ha hecho ser un habitual en la televisión, con entrevistas en programas de entretenimiento como El Hormiguero de Pablo Motos o, incluso, entrando en directo en Sálvame para hablar con Jorge Javier Vázquez del Toro de la Vega.

Y esta estrategia parece estar dando frutos. En los últimos días se ha conocido el barómetro de octubre del CIS que, más allá de confirmar la irrupción de la formación de Pablo Iglesias, ha constatado que algo está haciendo bien Sánchez. Por primera vez desde el año 2013 los socialistas han recortado distancia al PP. Si en el sondeo de julio, cuando aún no era secretario general, el PSOE tenía un 21,3% en intención de voto, ahora, tres meses después, esta cifra se eleva hasta el 23,9%.

A esto hay que sumar que, en estos poco más de 100 días que lleva en el cargo, también ha conseguido alzarse como el líder nacional mejor valorado por los ciudadanos, según el mencionado CIS, con una nota de un 3,85. Rajoy, por su parte, no pasa del 2,31.

Todo esto no hace más que dar ‘alas’ a Sánchez en su liderazgo, que se ha visto ensombrecido en algunos momentos por sus discrepancias con destacados dirigentes del PSOE, como pasó con Felipe González, cuando ambos chocaron públicamente sobre el ‘caso Pujol’. Asimismo, ha tenido sus roces con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Y es que, aún queda por decidir quién será el candidato del partido a las elecciones generales. Pese a que Sánchez ha sido el único que abiertamente ha manifestado su intención de ser el cabeza de lista a estos comicios, a esta carrera podrían sumarse más nombres.

Más allá de estos ‘problemas’ internos, el secretario general de los socialistas se ha esforzado en este tiempo por plantar cara a la corrupción ante los constantes casos que salpican la actualidad política. De esta manera, ha ido desgranando medidas que ha aglutinado en lo que se ha denominado como la ‘Declaración de Valencia’, que se presentó recientemente en la capital del Turia, cuando la ‘Operación Púnica’, la ‘caja b’ del PP o el Gürtel estaban en las primeras páginas de todos los medios.

Eso sí, no todo ha sido un paseo de rosas para Sánchez. Su intención de dar un nuevo aire al PSOE ha provocado que Ferraz haya tenido que salir a dar la cara en varias ocasiones para explicar los ‘anuncios’ de su líder en asuntos como la posible desaparición del Ministerio de Defensa o que las víctimas de la violencia machista fueran reconocidas con funerales de Estado y con la presencia del Ejecutivo y del presidente del Gobierno.

A esto hay que sumar el escándalo por las tarjetas opacas de Caja Madrid, ante el que Sánchez no dudó y tiró de mano dura. Apenas unos días después de que explotara esta polémica, el líder del PSM expulsó a diez afiliados que se beneficiaron de estas ‘visas’. Entre ellos, Ángel Gómez del Pulgar, Joaquín García Pontes, Miguel Muñiz de las Cuevas, Gonzalo Martín Pascual, Virgilio Zapatero, Enedina Álvarez, Ignacio Varela, Miguel Ángel Abejón, José María de la Riva y José María Arteta.

Y la transparencia también ha sido protagonista en la gestión de Sánchez, con la publicación en la web del partido de una relación de la renta y patrimonio de toda su dirección, del gerente del partido, y de sus diputados y senadores. Asimismo, habrá un desglose de sus cuentas que incluirá fuentes de ingresos, gastos y préstamos.

Pero pese a todo esto, Sánchez tiene aún mucho que hacer. El próximo mayo se celebrarán las elecciones autonómicas y locales, unos comicios claves para el devenir del PSOE con un PP en horas bajas y ante la irrupción de Podemos, aunque antes se enfrentará al reto nada fácil de elegir a los que serán sus candidatos, con las consiguientes pugnas que esto ha provocado últimamente en las filas socialistas.

De lograr un buen resultado, estaría más cerca de su tan ansiada candidatura a la Presidencia del Gobierno. Pero para ello aún quedan muchos meses.

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