La secretaria general del PP niega que se haya puesto en contacto con Rodrigo Rato y defiende la autonomía del Comité de Derechos y Garantías del partido. El PP no expulsará a Rodrigo Rato tras el escándalo por el presunto uso fraudulento de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Al menos, por el momento. Y es que, pese a que María Dolores de Cospedal ha afirmado que la decisión sobre la suspensión de militancia del exdirector general del FMI se tomará “dentro de los ámbitos de la rapidez”, también ha destacado que primero se escuchará a los afectados para saber “cómo entienden ellos que se ha producido este asunto”. Una cita que carece de fecha pese a que ya han pasado 13 días desde que el partido abrió un expediente informativo a los militantes implicados.
Tras presumir, una vez más, del “ejercicio de transparencia realizado por el Gobierno” en el caso de las tarjetas opacas de la entidad madrileña, Cospedal ha evitado en todo momento hablar sobre qué pasará con Rato. Eso sí, en una rueda de prensa en Génova, la secretaria general del PP ha dicho que el expresidente de Caja Madrid y Bankia no se encuentra entre los militantes populares que han pedido la baja voluntario y que tampoco se ha puesto en contacto con él.
Preguntada por si le “gustaría” que Rato renunciara voluntariamente, la presidenta manchega ha tirado balones fuera y ha destacado que en el PP “queremos que las decisiones no sean recurridas a los tribunales y creo que hacemos bien”, en referencia con los problemas que el PSOE tiene con algunos de sus exconsejeros en esta entidad tras ser expulsados del partido.
Asimismo, Cospedal ha defendido que el PP actuará de acuerdo con sus estatutos, ya que pese a compartir la indignación que hay ahora mismo en la calle, “si hay que hacer algo, hay que hacerlo cargados de razón”. “La contundencia no está reñida con el cumplimiento de la legalidad”, ha afirmado la secretaria general que ha remarcado que “llegaremos hasta donde sea menester”.
