La Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo ha realizado un estudio en el que exige la urgente necesidad de cubrir las necesidades formativas de las pymes. En plena polémica en Andalucía por el caso de los ERE y que hasta la Junta les ha pedido que les devuelvan dinero de algunas empresas piratas, CCOO ha solicitado la urgente necesidad de cubrir las necesidades formativas de las pymes, pero eso sí estableciendo un mayor control sobre las entidades organizadoras que gestionan sus cursos.
A través del ‘Informe de Evaluación de la formación de demanda en las empresas entre los años 2010 y 2012’, la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo ha encontrado que se pone de manifiesto que las entidades organizadoras –que ofertan y organizan la formación principalmente para pymes y micropymes- se han erigido en un agente clave que condiciona los resultados cuantitativos de este tipo de formación y que anteponen sus objetivos empresariales a las necesidades de formación de las empresas.
El secretario confederal de formación de CCOO, Javier López, considera que “desde nuestro sindicato llevamos mucho tiempo reclamando la revisión y el ajuste de elementos nucleares de la formación de demanda que distorsionan su desarrollo y frenan el alcance de la formación para todos los trabajadores, como son la acreditación de las entidades organizadoras o la revisión del porcentaje de costes asociados a la formación que se redujeron al 10% en oferta y se mantienen en el 20% en demanda”.
A través del trabajo de campo se ha detectado que, en muchas ocasiones, la participación de estas entidades propicia la mala praxis de gestión de la bonificación, lo que incita a que las pymes abandonen el sistema.
“Así es”, afirma Javier López: “es imprescindible que en el marco de la negociación de los V Acuerdos de Formación, las organizaciones sindicales y empresariales más representativas y el Gobierno, abordemos la definitiva regularización de las entidades organizadoras, ya que son uno de los elementos que tiene más influencia en la extensión de la formación, así como en su calidad e idoneidad”.
Otra de las recomendaciones del estudio es intensificar el rol que desempeñan los representantes de los trabajadores en la formación de sus empresas y en el acceso de los trabajadores a la misma. Para CCOO no cabe la menor duda: “los representantes de los trabajadores aportan una visión sobre las necesidades de formación y quienes han de acceder a ella, que complementa la que tiene la propia empresa. Nuestro papel corrector resulta fundamental cuando hablamos de formación para el empleo”.
En este sentido, el estudio recoge las opiniones de representantes sindicales que señalan la especial importancia de la participación de los sindicatos en el diseño de la formación para las micropymes: “En el caso de la microempresa, el plan de formación debería ser negociado con las organizaciones sindicales, quienes harían las labores de Representación Legal de los Trabajadores en la empresa”.
El estudio señala que la formación en las empresas entre los años 2010, 2011 y 2012 llega fundamentalmente a su personal más estable, trabajadores con edades comprendidas entre 35 y 40 años y con una antigüedad superior a los 4 años. De este modo, la formación bonificada desplaza a los jóvenes y a los mayores de 45 años, y también a las mujeres y a los trabajadores temporales.
Sin embargo, desde el año 2012 (cuando el PP llegó al poder) las prioridades respecto a los colectivos que se forman no se aplican ya que el Gobierno no los regula por medio de una resolución ministerial. Volver a regular la participación de los colectivos más desfavorecidos en materia de formación, facilitando su acceso y ayudándoles a situarse en mejor posición para encontrar o mantener un empleo es un objetivo prioritario para CCOO.
Por ello, y a juicio de Javier López “en las negociaciones de los V Acuerdos consideramos fundamental revisar los elementos más débiles de la formación de demanda, apuntalando el papel de los representantes sindicales en las empresas y reforzando el espíritu de la negociación colectiva en el sistema de formación para el empleo”.
Finalmente, el responsable de Formación señala que “la mayor parte de los cambios propuestos por el Gobierno en las negociaciones que mantiene con las organizaciones sindicales y empresariales más representativas para una reforma del Sistema de Formación para el Empleo se centran en la formación de oferta, olvidando la formación que realizan las empresas, que absorbe el 63% del presupuesto total de formación para trabajadores ocupados, con una dotación de casi 600 millones de euros”.
