El ex líder de los socialistas vascos critica el “recetario ideológico” y “el estandarte anti-político” de esta nueva formación que, en su opinión, “es tan castizo como las verbenas”. La irrupción de Podemos en el panorama político español sigue dando que hablar. Nicolás Redondo Terreros, exlíder de los socialistas vascos y presidente de la Fundación para la Libertad, dedica hoy una extensa tribuna en las páginas de El País en la que desgrana el “recetario ideológico” de la formación de Pablo Iglesias al tiempo que anima al PSOE y a IU a no intentar copiarles, ya que saldrían perdiendo. Al contrario, recomienda a la izquierda “dar la batalla de las ideas” contra Podemos.
Esta formación despierta muchas dudas en el veterano político que se pregunta si “serán capaces de presentar un número estimable de listas municipales”, “sabrán gestionar los intereses que les corresponda administrar” o “el ‘efecto virginal’ se extenderá hasta las elecciones generales”. Asuntos “que dependen de ellos mismos”.
Las cuestiones que hace Redondo Terreros no terminan aquí, ya que se pregunta si el resto de las fuerzas políticas de izquierda “¿están obligadas a no hacer nada o a copiarles?”. Algo ante lo que el exsecretario general del PSE-EE lo tiene claro: Izquierda Unida y el Partido Socialista, en menor grado, tienen que decidir si intentan dar la batalla de las ideas”.
“Lo cuál”, en su opinión, “sería bueno para ellos pero sobre todo sería beneficioso para la sociedad española, -desechando la ‘sal gruesa’ o la descalificación personal dirigida desde otros ámbitos, que son la mejor expresión de la sustitución de la inteligencia por el miedo- o si se declaran derrotados de las mil formas que lo pueden hacer”.
Tras este consejo, el actual presidente de la Fundación para la Libertad desgrana “los mantras del nuevo partido sobre los que han construido su explosiva irrupción en la vida política española”. Por un lado, está “la denuncia de ‘la casta política’, que les sirve para marcar su posición en contra del sistema, y unas soluciones ideológicas que tienen en la vaguedad y el conservadurismo su principal atractivo”.
Para Redondo Terreros “vemos como el estandarte anti-político del nuevo partido es tan castizo como las verbenas y tal vez por eso mismo muy fácil de vender a una sociedad compartimentada como siempre y ahora además empobrecida económicamente”. Asimismo, en este extenso artículo en el diario de Prisa, reconoce que “el mantra antipolítico” de Podemos “será aplaudido, pero no dejará de ser una patraña, que enraíza en nuestro más disolvente individualismo, en nuestra incapacidad para proteger y hacer eficaces los engranajes sociales”.
Respecto a su “recetario ideológico”, el veterano político hijo del que fuera líder de UGT señala que es “más breve que los antiguos libros rojos que ofrecían soluciones mecánicas y sencillas a problemas ya por entonces complejos, es una propuesta del pasado, fracasada en todas las ocasiones en las que se ha querido poner en marcha”. Para él, “parten de una idea autárquica, que nos permitiría hacer de nuestra capa un sayo, sin consecuencias de ningún tipo para nuestra economía y nuestra sociedad”.
Y es que, recuerda algunas de las últimas propuestas de los de Pablo Iglesias. “Que nos tenemos que sacrificar para pagar la deuda pública, ¡pues no la pagamos!; Que el presupuesto sólo da para tener un Estado de Bienestar de un país mediano, ¡pues aumentamos el presupuesto!, ¿Cómo?, supongo que endeudando a un Estado que ha anunciado previamente su decisión de no hacer frente a las deudas contraídas…”
Redondo Terreros remarca que “entre hacer lo que proponen y no hacer nada existe un amplio margen para elaborar alternativas de centro izquierda que tengan en cuenta la complejidad de los problemas de hoy en día o la interrelación entre clases y países que se necesitan más que nunca”. De ahí que proponga que España haga “lo que sabe hacer bien y avanzar en aquellos sectores industriales y tecnológicos que definirán el futuro del mundo; alejándonos de grandes proclamas, tan intensas como efímeras, y de propuestas de cambios económicos y sociales radicales, tan fáciles de proponer como imposibles de realizar”.
“Podemos solo ganará si no somos capaces de confeccionar una plataforma política modernizadora para España”, afirma el socialista que reitera al PSOE que “ no pugne en seguirles porque obtendrá un doble fracaso: será batido por el nuevo partido si le quiere copiar, porque representan mejor lo que pregonan, y además dejará de representar el estandarte de los avances y el progreso, convirtiéndose solo en ‘un vocablo y una figura’, que diría Quevedo”.
