IU y Podemos unen fuerzas para protestar por el derribo de La Traba

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IU y Podemos unen fuerzas para protestar por el derribo de La Traba

    Centro Social Okupado La Traba, Madrid

    La concentración de protesta por el derribo de La Traba en Madrid ha conseguido unir a IU y Podemos en una única reivindicación. Algo que hasta ahora no habían conseguido sus líderes. A fuerza de tanteos de una y otra parte, Izquierda Unida (IU) y Podemos han terminado uniendo fuerzas. Lo han hecho para denunciar el derribo del ‘Centro Social Okupado (CSO) La Traba’ en el madrileño barrio de Arganzuela. Ambas formaciones se han volcado en apoyo a la concentración de protesta convocada en la tarde de este mismo miércoles.

    Las dos formaciones políticas han mostrado su apoyo a la reunión de repulsa convocada con rapidez a través de sus cuentas en Twitter. Desde el círculo de Podemos en el barrio madrileño en que se ubicaba La Traba se criticaba: “Estas son las prioridades del PP. Pero en Arganzuela lo tenemos claro #LaTrabaNoSeAcaba”, una secuencia esta última que se convertía durante buena parte de esta jornada de derribo en uno de los temas más comentados en la popular red social.

    Por su parte, IU-Comunidad de Madrid denunciaba que “lo han hecho con agostidad y alevosía pero #LaTrabaNoSeAcaba” para después secundar la “concentración de apoyo” al centro ocupado en cuyo solar se prevé ahora levantar nuevas viviendas. La cita que ambas formaciones se encargaban de enarbolar se convocaba para las 20:30 horas de la tarde ya desde pocos minutos después de que comenzasen las tareas de derribo por orden judicial.

    El ‘CSO La Traba’ se levantaba desde hace siete años en un edificio sito en el número 17 de la calle Batalla de Belchite. De él han tenido que ser desalojadas cinco personas que permanecían en el edificio antes de comenzar la demolición, si bien las obras han transcurrido sin incidentes debido a la escasez de público en la zona y al dispositivo policial desplegado después de que el pasado 22 de julio unas 300 personas impidieran las obras que se han consumado un mes después de aquel primer intento.

    La constructora Aiser, propietaria del edificio y ahora del solar, es la que había solicitado la orden de desalojo para poder proceder al derribo y comenzar después las obras de un nuevo inmueble residencial. La Delegación de Gobierno en Madrid no se ha pronunciado sobre la concentración, cuando en otras ocasiones sí se han prohibido protestas de características similares como las que el pasado mayo se convocaron en apoyo a Can Vies, un centro social barcelonés que también fue amenazado de derribo.

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