Javier Fernández se queda al final fuera de la cúpula directiva del partido pese a ser uno de los pocos que está al frente de un gobierno autonómico. El nuevo PSOE de Pedro Sánchez ya está listo y puede comenzar a ‘andar’. El congreso extraordinario celebrado este fin de semana no sólo le ha ratificado como secretario general del partido, sino que ha dado ‘luz verde’ a una nueva Ejecutiva. Órgano en el que el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba ha colocado a un nutrido número de barones derrotados por el PP en las urnas.
Tomás Gómez o Ximo Puig son dos ejemplos de líderes autonómicos del PSOE que han encontrado un ‘hueco’ en la Comisión Ejecutiva Federal (CEF) de Sánchez, el primero como vocal; el segundo, en la Secretaría de Reformas Democráticas.
Ni el secretario general del PSM ni su homólogo en las filas del PSPV han logrado ganar al PP en una cita en las urnas. Y eso que, en el caso de la Comunidad Valenciana, los casos de corrupción han puesto a los populares contra las cuerdas. A pesar de esto, el PP levantino se ha mantenido en el poder.
Similar problema tiene Tomás Gómez que no logra ‘sacar tajada’ de las constantes polémicas que salpican a los populares madrileños.
En esta nueva ejecutiva también aparecen otros socialistas que han salido mal parados en las urnas como el catalán Pere Navarro o el navarro Roberto Jiménez, aunque en ambos casos la culpa no ha sido del PP.
Entre los 38 miembros de este órgano, incluidos vocales, también se encuentra Patxi López, que gobernó, nada menos, que el Ejecutivo vasco gracias a un acuerdo de investidura, precisamente, con el Partido Popular.
Quién no ha conseguido un ‘sillón’ en esta ejecutiva ha sido uno de los pocos socialistas que actualmente está al frente de una Comunidad Autónoma: Javier Fernández. El presidente de Asturias se ha quedado fuera de este órgano, con el consiguiente cabreo.
