El entorno del nuevo secretario general del Partido Socialista daba por hecha una importante reducción en el número de miembros de la Ejecutiva que al final no se ha dado. El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha olvidado de una de sus primeras promesas como era la reducción del número de miembros que tiene la Comisión Ejecutiva Federal (CEF) del partido. Entre los planes del líder socialista, según su entorno, estaba limitar a 25 o 30 integrantes un órgano que rozaba que contaba con 38 representantes.
Al final, en el congreso extraordinario celebrado este fin de semana se ha aprobado que esta comisión esté formada por 38 socialistas, 10 de ellos vocales, según los datos facilitados por Ferraz, que serán los encargados de liderar el PSOE en el cambio que se ha propuesto abordar para recuperar el terreno perdido frente al PP.
Los motivos de este cambio de planes, según algunas fuentes socialistas, son las constantes presiones que a lo largo de todo el cónclave han ejercido los diferentes barones autonómicos para colocar al mayor número de dirigentes de su federación en este órgano. Entre ellos, la presidenta andaluza Susana Díaz, que ha logrado colocar a un buen número de los suyos en la Ejecutiva. Destaca Micaela Navarro, que se ha alzado con la Presidencia del PSOE.
El secretario de Organización del partido, César Luena, en una entrevista en la SER, ha restado importancia a esta situación y ha afirmado que “la fortaleza, unidad e integración también se consigue incluyendo a todas las sensibilidades y federaciones” en la dirección del PSOE.
“Mucha gente se ha ofrecido a ayudar”, ha señalado Luena, que ha destacado que “bienvenidos sean”.
