Starbucks pagará impuestos en Reino Unido. Un movimiento con el que la cafetera parece haberse ganado el aplauso de los inversores en Wall Street. El más reciente movimiento de Starbucks para silenciar las críticas del Gobierno británico ha tenido premio en Bolsa. Las acciones de la compañía cafetera han repuntado más de un 2% en Wall Street, duplicando el avance del Dow Jones en la sesión en que decidía trasladar su sede fiscal en Europa de Ámsterdam a Londres.
La gigante del café está de mudanza en Europa. Tras la ofensiva de muchos gobiernos y organismos internacionales contra las grandes compañías que eligen sus sedes internacionales buscando las fiscalidades más bajas, Starbucks ha dado un paso al frente para zanjar el asunto. Y es que en 2012 se llegó a desarrollar una investigación parlamentaria en Reino Unido para presionar a las corporaciones internacionales a pagar impuestos en su territorio en lugar de en otros países de la Unión Europea.
El asunto fue creciendo al punto de que el primer ministro británico, David Cameron, llegó a afirmar en el Foro Económico de Davos del pasado año 2013 que las compañías que diseñaban su estructura tributaria en función de esquemas multilaterales “deberían despertarse y oler el café, porque los consumidores ya han tenido suficiente”.
Ese mismo año, Starbucks pagó apenas cinco millones de libras por el impuesto de sociedades británico, después de cuatro años sin contribuir al fisco de ese país. La compañía ha adelantado que el traslado afectará a muy pocos de sus empleados, y que Amsterdam continuará concentrando el grueso de sus operaciones corporativas, especialmente las de tueste y distribución de café para toda Europa, si bien Reino Unido se consolida como su principal mercado a este lado del Atlántico.
